En Brasil, los precios al consumo han registrado un aumento mayor de lo previsto en el mes hasta mediados de julio. El aumento se debió principalmente al incremento de los costes del transporte y la vivienda, según los últimos datos del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).
El IBGE informó de que el índice IPCA-15, una medida clave de la inflación, subió un 0,30% durante este periodo. Aunque esto supone una desaceleración respecto al aumento del 0,39% registrado el mes anterior, supera la subida del 0,23% que los economistas habían pronosticado en una encuesta de Reuters.
De las nueve categorías supervisadas por el IBGE, siete experimentaron subidas de precios. El sector del transporte ejerció la presión al alza más significativa sobre el índice, con la subida de las tarifas aéreas y el coste del combustible.
En cuanto a la tendencia inflacionista general, la tasa de 12 meses hasta mediados de julio alcanzó el 4,45%, lo que supone un repunte respecto al 4,06% del mes anterior y también por encima del 4,38% estimado por los economistas.
El Banco Central de Brasil tiene un objetivo de inflación del 3%, con un margen de tolerancia de más o menos 1,5 puntos porcentuales. En respuesta a las crecientes expectativas de inflación y a los actuales retos fiscales, el banco central puso fin el mes pasado a su ciclo de recortes de tipos. La próxima decisión de política monetaria está prevista para el 31 de julio, y los participantes en el mercado anticipan que el banco central mantendrá su tipo de interés oficial en el 10,50%.
Reuters ha contribuido a este artículo.Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.