En junio, la tasa de inflación del Reino Unido se mantuvo sin cambios en el 2,0%, según los datos oficiales publicados el miércoles. Esta cifra se ajusta al objetivo del Banco de Inglaterra y se produce cuando los economistas habían anticipado un ligero descenso al 1,9% con respecto al mes anterior.
La estabilidad de la tasa de inflación en junio marca un momento de estabilidad para la economía británica, ya que la inflación de los precios al consumo se mantiene en el objetivo del banco central por segundo mes consecutivo. En mayo, la tasa de inflación también se había situado en el 2,0%, lo que supuso el primer caso en que alcanzaba el objetivo del Banco de Inglaterra en casi tres años.
De cara al futuro, está previsto que el Banco de Inglaterra tome su próxima decisión sobre los tipos de interés el 1 de agosto. Los participantes en el mercado estiman actualmente en un 50% la probabilidad de que el banco baje los costes de los préstamos. Esta sería la primera reducción de los tipos de interés desde 2020, lo que reflejaría un importante cambio de política en medio de las actuales condiciones económicas.
Las cifras de inflación son seguidas de cerca tanto por el banco central como por los inversores, ya que pueden influir en las decisiones de política monetaria. Una inflación estable suele ser señal de una economía equilibrada, pero las desviaciones significativas pueden impulsar la actuación de los responsables políticos.
La próxima decisión del Banco de Inglaterra sobre los tipos de interés se tomará en el contexto de estas últimas cifras de inflación, que por ahora sugieren un entorno económico estable.
Reuters ha contribuido a este artículo.Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.