La Autoridad Metropolitana de Transporte (MTA) ha decidido aplazar indefinidamente la implantación de la tarificación de la congestión en Manhattan, cuyo inicio estaba previsto inicialmente para el 30 de junio. Esta decisión, tomada hoy, sigue las directrices de la Gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, que expresó su preocupación por los efectos de la alta inflación y el posible efecto disuasorio que la tarificación podría suponer para viajeros y turistas.
El plan de tarificación de la congestión se diseñó para cobrar un peaje de 15 dólares durante las horas diurnas a los vehículos que circulasen al sur de la calle 60 de Manhattan. El objetivo era reducir el tráfico en un 17%, mejorar la calidad del aire y fomentar un aumento del 1% al 2% en el uso del transporte público. También se esperaba que generara unos ingresos anuales de entre 1.000 y 1.500 millones de dólares, que servirían para financiar una deuda de 15.000 millones de dólares para mejoras del transporte público.
Con la suspensión del programa, la MTA se enfrenta ahora a importantes problemas financieros. El Contralor del Estado de Nueva York, Thomas DiNapoli, informó el martes de que el plan de capital de tránsito de 55.400 millones de dólares de la MTA requeriría una reducción estimada de 17.000 millones de dólares para compensar la pérdida de los fondos de tarificación de la congestión.
Como consecuencia, la MTA ya ha cancelado contratos y suspendido obras en proyectos críticos, incluida una ampliación clave del metro. El consejo de administración de la MTA fue informado de que 16.500 millones de dólares en proyectos de capital tendrían que aplazarse, lo que afectaría a importantes iniciativas como la ampliación del metro de la Segunda Avenida y las mejoras de los anticuados sistemas de señales y vagones de tren.
La iniciativa de tarificación de la congestión, la primera de este tipo en Estados Unidos, había sido aprobada por los legisladores estatales en 2019 para gestionar la congestión del tráfico de la ciudad de Nueva York, que figura como la peor del país. Se proyectaba que el programa comenzara en 2021, pero el gobierno federal no tomó ninguna medida bajo la administración del presidente Donald Trump.
La decisión de la MTA también podría poner en riesgo la financiación de subvenciones federales y afectar los esfuerzos de la ciudad para controlar los más de 900,000 vehículos que ingresan diariamente al Distrito Central de Negocios de Manhattan, lo que contribuye a velocidades promedio de viaje de alrededor de 7 millas por hora. Londres, que implantó una tasa de congestión similar en 2003, ha sido citada como precedente de este tipo de estrategias de gestión del tráfico.
Reuters ha contribuido a este artículo.Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.