Los inversores siguen de cerca las medidas de la Reserva Federal tras el importante recorte de tipos del miércoles, que supuso una reducción de los costes de financiación de 50 puntos básicos por primera vez en más de cuatro años. La Reserva Federal ha indicado que esta reducción sustancial es un paso de protección para una economía aún resistente, más que una reacción a la reciente debilidad del mercado laboral.
El recorte ha situado el tipo de interés de los fondos federales entre el 4,75% y el 5%, y la Reserva Federal prevé un tipo del 3,4% para finales del año próximo, ligeramente por encima de las expectativas del mercado, que se sitúan en torno al 2,9%. Esta medida se considera una "recalibración" por parte del presidente de la Fed, Jerome Powell, que pretende adelantarse a cualquier posible debilitamiento del mercado laboral, citando una caída significativa de la inflación desde el año pasado.
La respuesta del mercado el miércoles fue tibia, con el índice S&P 500 cerrando con una caída del 0,3% tras un repunte inicial. A pesar de la caída del día del anuncio, el índice ha experimentado una subida significativa este año, acercándose a un máximo histórico con un aumento del 18%.
Las opiniones de los inversores son dispares en cuanto a las implicaciones de la bajada de tipos. Algunos, como Eric Beyrich, de Sound Income Strategies, adoptan una postura prudente, ponderando lo que implica la agresiva actuación de la Reserva Federal sobre la dirección de la economía.
Otros, como Josh Emanuel, de Wilshire, sugieren que el movimiento de 50 puntos básicos puede indicar la preocupación de la Reserva Federal por ir por detrás de la curva a la hora de abordar la desaceleración económica.
Rick Rieder, de BlackRock, sugiere que los inversores pueden haber reaccionado de forma exagerada a los recientes informes del mercado laboral, más débiles de lo esperado, mientras que otros indicadores muestran que la economía sigue siendo sólida.
Las previsiones actualizadas de tipos de interés de la Reserva Federal muestran recortes más profundos de lo previsto, pero aún superiores a lo que esperan los participantes en el mercado. Esto ha provocado una venta masiva de bonos del Tesoro a largo plazo, y el rendimiento de los bonos del Tesoro a 10 años ha subido hasta situarse en torno al 3,73%.
Los ajustes del mercado a largo plazo y las próximas elecciones presidenciales en Estados Unidos podrían influir aún más en la trayectoria de los recortes de tipos. Andrzej Skiba, de RBC Global Asset Management, señala que las posibles guerras comerciales bajo una presidencia de Trump podrían ser inflacionistas y restringir la capacidad de la Fed para bajar los tipos.
En general, las recientes acciones y proyecciones de la Fed son cruciales para dar forma al panorama económico, ya que los inversores y analistas evalúan el potencial de un aterrizaje suave en medio de las cambiantes condiciones del mercado.
Reuters ha contribuido a este artículo.
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