Las divisas asiáticas, incluidos el won surcoreano, la rupia india y la rupia indonesia, se encuentran actualmente en una coyuntura crítica, ya que se enfrentan a influencias divergentes del yen japonés y el yuan chino. El yen ha experimentado una notable subida del 8% desde su mínimo de 38 años frente al dólar, tras la inesperada subida de tipos del Banco de Japón el miércoles y su compromiso de alejarse de la política monetaria ultralaxa. Este cambio se produce tras una histórica subida de tipos en marzo, la primera en 17 años.
En cambio, el yuan chino está experimentando una depreciación debido a la sorpresiva bajada de tipos de interés del Banco Popular de China (PBOC) la semana pasada y a la fijación del yuan en el nivel más débil de este año frente al dólar. Con los rendimientos de los bonos chinos en mínimos históricos y una presión a la baja sobre el tipo de cambio, la posición del yuan contrasta fuertemente con el fortalecimiento del yen.
Anteriormente, el yen y el yuan estaban estrechamente vinculados, ya que ambos sufrían presiones a la baja mientras la Reserva Federal estadounidense mantenía una perspectiva de tipos de interés "más altos durante más tiempo". Sin embargo, esta relación ha cambiado, y la correlación móvil a 30 días entre el yen y el yuan, que había sido positiva durante 10 meses, se ha invertido recientemente.
La divergencia de políticas monetarias entre Japón y China está causando incertidumbre en otras divisas asiáticas, que históricamente han sido más sensibles al tipo de cambio dólar/yuan que al dólar/yen. Los analistas de Goldman Sachs (NYSE:GS) han señalado que, si bien la influencia del yen en las divisas asiáticas aumentó con la subida de tipos en Estados Unidos, esta correlación ha disminuido desde que la Reserva Federal dejó de subir los tipos hace un año.
El debilitamiento del yuan podría mantener débiles a las divisas asiáticas, incluso cuando la posible relajación de la Fed podría pesar sobre el dólar. Este escenario podría no ser mal recibido en las capitales asiáticas, teniendo en cuenta las dificultades económicas de China y la ralentización prevista del crecimiento estadounidense, ya que unos tipos de cambio más débiles podrían ser más beneficiosos que los riesgos inflacionistas que plantean.
La divergencia entre el yuan y el yen también se observa en el contexto del comercio internacional. Desde que comenzó la pandemia en marzo de 2020, el yen se ha depreciado alrededor de un 30% frente al yuan, lo que ha abaratado los productos japoneses frente a los chinos en el mercado internacional.
Como resultado, las importaciones estadounidenses procedentes de China han disminuido en porcentaje de las importaciones totales, mientras que las importaciones procedentes de Europa, México, Vietnam, Taiwán y Corea del Sur han aumentado. Estos países, en particular Vietnam, han experimentado un aumento de las importaciones procedentes de China.
Reuters ha contribuido a este artículo.Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.