Investing.com – El Índice de Precios al Consumo en Estados Unidos subió hasta el 0,4% en el mes de abril, gracias a un avance del 3,4% de los precios de la energía, y amplía así un poco el reducido margen de maniobra de la Reserva Federal (Fed) para afrontar una todavía muy poco probable subida de tipos de interés en próximas reuniones.
Los datos de inflación publicados hoy por el Gobierno estadounidense suponen un notable avance frente a la subida del 0,1% registrada en marzo, e incluso superan las expectativas del mercado, que auguraban un avance del 0,3%.
Asimismo, tanto el índice de producción industrial, los inicios de viviendas y los permisos de construcción ha superado con creces los registros del mes anterior e incluso las expectativas de los analistas, mostrando una mejor cara de la economía estadounidense de lo que dejaban entrever anteriores entregas.
Tras iniciar el mes con un pésimo dato sobre el mercado laboral, las recientes citas con el calendario económico se han saldado con buenas noticias para el Tío Sam. Ya el pasado viernes, las buenas nuevas llegaban a pares, con unos datos sorprendentemente positivos de ventas minoristas y de confianza del consumidor.
Subidas de tipos
Tras casi una década de dinero a coste cero, la Reserva Federal decidió el pasado mes de diciembre comenzar a endurecer los tipos de interés con una primera subida de un cuarto de punto de la horquilla de los tipos de referencia hasta el nivel de 0,25-0,5%.
Por aquel entonces, se anunció también que la intención de la máxima autoridad monetaria para este curso 2016 era afrontar un total de cuatro nuevos incrementos a lo largo del presente ejercicio. Tras navegar por un turbulento comienzo de año, el desplome de las materias primas y la debilidad mostrada por la economía global en general, y por China en particular, fueron poco a poco rebajando esa idea de la mente de los miembros del órgano de gobierno de la Fed, para dejar en dos el número más plausible de subidas de tipos este año.
Entrados en mayo y en ausencia de nuevos incrementos hasta la fecha, hay quien se atreve a descartar ya cualquier variación en los tipos de interés hasta el próximo año, y se tacha incluso de imposible cualquier subida a corto plazo.
Ahora, tras la última oleada de datos macro, la posibilidad de ver nuevas subidas en los próximos meses cobra un poco más de fuerza, aunque se mantiene todavía muy lejana. Podría decirse que pasa de imposible a altamente improbable para el consenso de los analistas.
Si tomamos como referencia el indicador que elabora la entidad gestora de la Bolsa de Chicago sobre dicha probabilidad (The CME Group's FedWatch Tool), a lo largo de la mañana de hoy, las probabilidades de una subida de tipos en junio estarían en torno al 4%. Sin embargo, una vez conocidos los datos macro publicados al mediodía, dicha probabilidad se multiplicó hasta el 11,3%.
Si bien estamos todavía ante un porcentaje que haría pensar en que una subida de tipos de la Fed en su próxima reunión sería una sorpresa mayúscula, lo cierto es que, tras los últimos datos sobre la salud de la economía estadounidense, la Reserva Federal cuenta con una baza más si quisiera empezar a defender una subida de tipos de interés de cara a próximas citas.