El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, reiteró su desaprobación de los elevados costes de endeudamiento fijados por el Banco Central del país, calificándolos de "irreales". Vinculó la reciente depreciación del real brasileño a actividades especulativas. La continua desaprobación del presidente del Banco Central, Roberto Campos Neto, que fue nombrado por el ex presidente Jair Bolsonaro y tiene puntos de vista alineados con la administración anterior, subraya las diferencias ideológicas entre los dos. Lula enfatizó su anticipación de nombrar un nuevo líder del banco central antes de fin de año para establecer una nueva filosofía económica.
La decisión del banco central la semana pasada de mantener el tipo de interés Selic de referencia en el 10,50% puso fin a un periodo de recortes de tipos que comenzó en agosto. Lula argumentó que, a pesar de que la inflación está bajo control y dentro del objetivo, los tipos de interés siguen siendo altos. También sugirió que el Banco Central investigue el papel de los derivados en la fluctuación del valor del dólar frente al real brasileño.
En respuesta a la tensión entre el presidente y el banco central, el real brasileño experimentó un descenso, cayendo más de un 1% y superando los 5,58 por dólar estadounidense el viernes. William Jackson, economista jefe de mercados emergentes de Capital Economics, señaló que la disputa pública de Lula con el banco central ha suscitado preocupación por la posible politización de la política monetaria de Brasil, lo que ha contribuido a la debilidad de la moneda esta semana.
Reuters colaboró en la elaboración de este artículo.Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.