Mark Rutte, el primer ministro holandés con fama de hábil negociador político y crítico declarado del presidente ruso Vladimir Putin, ha sido confirmado como próximo secretario general de la OTAN. Rutte, que lleva casi 14 años al frente de la política holandesa, es reconocido por su firme apoyo a Ucrania en medio de la invasión rusa que comenzó en 2022 y su insistencia en la necesidad de una OTAN poderosa que desafíe las acciones de Moscú.
La postura de Rutte sobre Rusia se ha visto influida significativamente por el trágico derribo del vuelo MH17 sobre Ucrania en 2014, que se saldó con la pérdida de 196 vidas holandesas. El incidente consolidó su opinión de que la OTAN debe seguir siendo fuerte y los líderes de la Unión Europea no deben subestimar la amenaza que supone la Rusia de Putin. En un discurso ante las Naciones Unidas en septiembre de 2022, Rutte subrayó la importancia de detener a Rusia en Ucrania para mantener el Estado de derecho internacional.
Durante su mandato como primer ministro, Rutte pasó de centrarse en el ámbito nacional a convertirse en una figura clave en los debates de la UE sobre diversas cuestiones, como la inmigración, la estabilidad financiera y la respuesta a la pandemia de COVID-19. Bajo su liderazgo, Holanda ha superado la directriz de gasto en defensa de la OTAN del 2% del PIB, aportando equipamiento militar a Ucrania y reforzando sus propias capacidades de defensa.
El camino de Rutte hacia el liderazgo de la OTAN estaba prácticamente asegurado después de que el presidente rumano retirara su candidatura, y con el respaldo unánime de los otros 31 países de la alianza, su nombramiento era prácticamente seguro. Jens Stoltenberg, el jefe saliente de la OTAN, elogió a Rutte como un "auténtico transatlántico, un líder fuerte y un creador de consenso", expresando su confianza en la capacidad de Rutte para dirigir la alianza.
Durante el mandato de Stoltenberg se produjo la expansión de la OTAN con la inclusión de Montenegro, Macedonia del Norte, Finlandia y Suecia como nuevos miembros. Aunque hubo cierto apoyo para que la primera ministra estonia, Kaja Kallas, se convirtiera en la primera mujer líder de la OTAN, el enfoque de consenso de Rutte acabó por convencer a los miembros de la alianza.
Mientras Rutte se prepara para dejar su cargo nacional y asumir el de la OTAN, reflexiona sobre su compromiso de apoyar a Ucrania, recordando su reunión con el Presidente ucraniano Volodymyr Zelenskiy cinco años antes y expresando su admiración por la determinación de Zelenskiy. Rutte también ha restado importancia a la fuerza percibida de Putin, sugiriendo tras conversaciones con el líder ruso que Putin no es tan formidable como algunos creen.
En el período previo a su nuevo cargo, Rutte ha desempeñado un papel decisivo en la formación de una coalición internacional para suministrar cazas F-16 a Ucrania y entrenar a pilotos ucranianos. Su gobierno también firmó un pacto de seguridad de 10 años con Ucrania, asegurando el apoyo holandés frente a las críticas de sus oponentes políticos internos.
La experiencia diplomática de Rutte, especialmente su hábil manejo de las relaciones con varios líderes británicos y estadounidenses, incluido el expresidente Donald Trump, se considera un activo valioso. Su enfoque de la posible reelección de Trump y las implicaciones para la estabilidad de la OTAN ha sido pragmático, instando a los líderes a centrarse en el gasto en defensa y la producción de municiones independientemente del resultado de las elecciones estadounidenses.
Reuters ha contribuido a este artículo.Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.