Investing.com.- El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) se reúne de nuevo mañana para adoptar unas decisiones que el mercado ya ha tomado por él: los tipos de facilidad de depósito serán todavía más negativos y se aumentarán las medidas de estímulo con una mayor dotación mensual para la compra de activos. Si esto no sucede, la reacción de los inversores puede ser de las que marquen un antes y un después.
En su última reunión, allá por el mes de enero, el presidente de la máxima autoridad monetaria de la eurozona, Mario Draghi, se comprometió ante los medios a revisar el actual programa de estímulo, dado el aumento de la incertidumbre económica y las pobres perspectivas de inflación. Desde entonces, las declaraciones públicas de los miembros del BCE han ido todas en esta misma línea.
Seis semanas después de aquellas palabras y con unos horribles datos de inflación mediante, la sensación general es que la decisión está tomada y que tan solo queda ya conocer el calado que tendrán las nuevas medidas; básicamente, hasta qué punto implementará la duración y cuantía del programa de estímulos y cuánto más va a penalizar el BCE a las entidades financieras comunitarias por depositar el dinero en sus arcas.
Mañana a las 13.45, hora de España, las dudas comenzarán a disiparse con la publicación de los tipos oficiales de interés y de los de facilidad de depósito. El plato principal vendrá menos de una hora después, a las 14.30 horas, con la comparecencia ante los medios de Mario Draghi.
Las previsiones sobre lo que pueda pasar son diversas, pero en líneas generales, tres son las grandes expectativas que los analistas consideran como las más plausibles:
1.- La primera, y la que sería la más madrugadora, es una reducción en otros diez puntos básicos de los tipos de facilidad de depósito, hasta el -0,40%. Lo más atrevidos hablan incluso de unos tipos negativos del 0,50%.
En junio de 2014, el banco central comenzó a cobrar un tímido 0,10% a las entidades financieras que quisieran guardar sus caudales en la sede del banco de bancos.
La decisión ya de por sí suponía todo un hito histórico en la Europa comunitaria y tan solo un mes después, el BCE decidió endurecer esta cuantía, hasta el 0,20%, peaje que los bancos estuvieron abonando hasta el pasado mes de diciembre, cuando el tipo negativo ascendió hasta el -0,30%.
2.- La segunda medida que podría estar sobre la mesa del Consejo de Gobierno y que desde luego está en la mente de todos los actores del mercado es una nueva expansión del periodo de aplicación del programa de flexibilización cuantitativa (QE) otros seis meses más, hasta septiembre de 2017.
Fue precisamente esta media, la de ampliar seis meses la vigencia de la compra de bonos, la que anunció el propio Mario Draghi en el crucial encuentro de diciembre del pasado año y que tan poco gustó a unos inversores ávidos de estímulos.
Desde entonces, la coyuntura económica y el sentimiento inversor han empeorado y la falta de una reacción convincente de los precios del crudo parecen dejar claro que, si en diciembre esta medida supo a poco, en la reunión de mañana, y tras haber prometido más estímulos, la adopción de esta medida y de ningunas más podría ser del todo insuficiente, provocando una fuerte reacción en los mercados.
3.- La tercera medida, y tal vez la más de deseada, es una ampliación de los objetivos mensuales del programa de compra de activos, desde los 60.000 millones de euros actuales, hasta los 70.000 millones o incluso cantidades superiores.
Hoy se cumple un año desde la puesta en marcha del QE europeo. Desde entonces, según datos de la propia institución, el banco central ha gastado más de 600.000 millones de euros en la compra de deuda pública de los estados de la zona euro.
En cualquier caso, tampoco se descarta que Mario Draghi se desmarque con otras medidas adicionales para reactivar la economía que no hayan sido puestas en marcha hasta la fecha, como la compra de deuda corporativa que hasta ahora ha sido un tema tabú para un banco central en el que la voz de países como Alemania se escucha con mucho respecto.