Investing.com – Cada dato macroeconómico que se publica en Estados Unidos es un nuevo obstáculo para que la Reserva Federal (Fed) pueda volver a subir los tipos de interés en el corto plazo.
Tras un decepcionante dato de empleo para el mes de abril, los inversores ven cada vez más lejos un próximo incremento del tipo de referencia e incluso se baraja ya que se posponga cualquier subida hasta principios del año próximo.
Tanto es así que el indicador que elabora la entidad gestora de la Bolsa de Chicago sobre dicha probabilidad (The CME Group's FedWatch Tool) solo augura un 9% de posibilidades de que la autoridad monetaria decida afrontar un movimiento de tipos en su próxima reunión de los días 14 y 15 de junio, frente al 10% que marcaba antes de la publicación de los datos de empleo del viernes y del 20% de hace un mes.
Asimismo, los futuros sobre fondos Fed apuntan a diciembre como el mes más probable (40%) para que la entidad anuncie un nuevo endurecimiento de su política monetaria, mientras que las posibilidades de que se vean nuevos tipos tras la reunión de febrero 2017 ascienden hasta el 55%.
A pesar de que todo parece en contra de que finalmente se produzca este año un encarecimiento del precio oficial del dinero en Estados Unidos, un número importante de miembros de la Fed no han dejado de intentar convencer al mercado en las últimas semanas de que la puerta está todavía abierta para ver dos nuevas subidas en lo que queda de 2016. Solo el tiempo lo dirá.
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