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Por Sujata Rao y Marc Jones
LONDRES, 11 feb (Reuters) - Los inversionistas, carentes de buenas noticias desde los mercados emergentes, están preparándose para volver a dar la bienvenida a Argentina, incluyendo a los que perdieron cuando el país incumplió pagos en 2002 sobre una deuda de 100.000 millones de dólares.
La larga batalla legal de Argentina con fondos de cobertura parece estar llegando a su fin. El presidente Mauricio Macri, elegido en noviembre y quien ha aplicado varias reformas económicas, ofreció la semana pasada pagar 6.500 millones de dólares a los acreedores "holdouts" que se habían rehusado a formar parte en las rondas de reestructuración de 2005 y 2010.
Representando un pago de cerca de 70 centavos por cada dólar que exigían junto a intereses, eso sería para los fondos de cobertura un acuerdo mucho mejor que los cerca de 30 centavos por dólar pagados en los canjes de deuda previos.
Los inversionistas, incluso los que sufrieron pérdidas en Argentina en el pasado, afirman estar complacidos.
"No es un tema para nosotros, en cualquier caso es positivo porque estamos sobrexpuestos (a los bonos argentinos), de modo que queremos que se resuelva", dijo el gerente de portafolio de Aberdeen Asset Management, Kevin Daly, cuyo fondo participó en las reestructuraciones previas.
Los mayores acreedores "holdouts", Elliott Management y Aurelius Capital Management, podrían presionar para buscar mejores términos, pero algunos de los fondos ya aceptaron el acuerdo. Macri también llegó a un entendimiento con un grupo de acreedores italianos por 1.350 millones de dólares.
Los papeles argentinos figuraron entre los de mejor desempeño en los mercados emergentes el año pasado y su bono "Discount" 2033 denominado en dólares tocó un máximo histórico esta semana de más de 117 centavos ARGGLB33=RR , un alza de unos 95 centavos desde mediados de 2015.
El bono "Par" 2038 ARGGLB38=RR ha subido a su máximo desde 2001 a alrededor de 64,5 centavos.
Esto pese al hecho de que Argentina tendrá que pedir prestado dinero de los mercados de bonos para financiar el acuerdo, que, según algunas estimaciones, en total terminará costando más de 10.000 millones de dólares.
Pero los inversores están ansiosos ante la nueva emisión. En primer lugar porque las nuevas ventas de bonos de los mercados emergentes están en mínimos de siete años, dejando a los fondos cortos en deuda para comprar. En segundo lugar por la esperanza de que la Argentina de Macri sea un lugar diferente al que era en 2001.
"Tienes que evaluar al Gobierno del país hoy en vez de mirar atrás y decir 'nunca voy a prestar dinero a ese país de nuevo'", comentó Yerlan Syzdykov, jefe de deuda emergente en Pioneer Investments. (Editado en español por Patricio Abusleme)