Los ciudadanos de Sri Lanka acuden hoy a las urnas en unas elecciones presidenciales cruciales que marcarán la trayectoria económica del país, que se enfrenta a la crisis financiera más grave de su historia reciente. Más de 17 millones de ciudadanos tienen derecho a votar en lo que parece ser una reñida contienda entre el Presidente Ranil Wickremesinghe, el principal líder de la oposición Sajith Premadasa, y Anura Kumara Dissanayake, un candidato de tendencia marxista que recientemente encabezaba los sondeos de opinión.
La votación, que comenzó a las 7 de la mañana, se está llevando a cabo en colegios bien organizados bajo la supervisión de funcionarios públicos y de la policía. En un lugar, Visakha Vidyalaya, los votantes formaron colas desde muy temprano para depositar su voto. Una gran réplica de la papeleta estaba expuesta en un lugar destacado de la entrada, guiando a los votantes a lo largo del proceso.
Niroshan Perera, un partidario de Dissanayake de 36 años, expresó un sentimiento común entre los votantes, destacando el deseo de cambio y de un futuro mejor para toda la nación. El proceso de votación en todo Sri Lanka ha transcurrido pacíficamente, y los canales de televisión locales informan de colas cada vez mayores en los colegios electorales. El cierre de las urnas está previsto para las 16.00 horas, el recuento de votos comenzará poco después y se espera que la Comisión Electoral declare al ganador el domingo.
Para preparar las elecciones se crearon más de 13.000 colegios electorales y se desplegaron 250.000 funcionarios públicos. Estas elecciones se celebran tras el colapso económico que Sri Lanka experimentó en 2022, que provocó una grave escasez de divisas y la imposibilidad de importar bienes esenciales, lo que desencadenó protestas generalizadas que finalmente desembocaron en la dimisión del entonces Presidente Gotabaya Rajapaksa.
Tras un rescate de 2.900 millones de dólares del Fondo Monetario Internacional, Sri Lanka ha visto signos de recuperación económica: la inflación bajó al 0,5% el mes pasado, desde un máximo del 70%, y las previsiones de crecimiento se volvieron positivas por primera vez en tres años. Sin embargo, el alto coste de la vida sigue siendo un problema acuciante para los votantes, muchos de los cuales siguen luchando contra la pobreza y la deuda.
El presidente electo tendrá la tarea de mantener la adhesión al programa del FMI hasta 2027 para establecer una senda de crecimiento económico estable, tranquilizar a los mercados, atraer inversiones y aliviar la pobreza que afecta a una cuarta parte de la población.
El Presidente Wickremesinghe, tras depositar su voto, destacó la importancia de unas elecciones pacíficas y expresó su satisfacción por su papel en la estabilización del gobierno y del sistema democrático. Por su parte, Dissanayake se mostró convencido de que las elecciones pueden cambiar el curso de la historia de Sri Lanka.
El sistema de voto por rango del país permite tres votos preferenciales por votante. Si ningún candidato obtiene la mayoría en el primer escrutinio, se celebrará una segunda vuelta entre los dos candidatos principales, en la que se redistribuirán los votos preferenciales de los demás candidatos, un escenario que los analistas consideran probable dado lo reñido de estas elecciones.
Reuters ha contribuido a este artículo.
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