Volkswagen (ETR:VOWG_p) AG, el segundo mayor fabricante de automóviles del mundo, se enfrenta a un difícil entorno de mercado mientras navega por un cambio estratégico hacia los vehículos eléctricos (VE) en medio de la disminución de la cuota de mercado en China. La reciente inversión de 5.000 millones de dólares del fabricante alemán en el fabricante estadounidense de camiones y todoterrenos eléctricos Rivian Automotive Inc. ha puesto de relieve sus esfuerzos por reforzar su posición en el mercado de vehículos eléctricos, especialmente en Estados Unidos.
La inversión en Rivian se tradujo en una rápida subida de las acciones de la empresa, mientras que las propias acciones de Volkswagen experimentaron una caída del 1,6%. Este movimiento forma parte de una estrategia más amplia de Volkswagen para mejorar sus capacidades de software a través de una empresa conjunta con Rivian, aunque ha suscitado preocupación por los costes entre algunos analistas.
La ambición de Volkswagen en China incluye el lanzamiento de más de 30 nuevos modelos eléctricos o híbridos para 2030, con el objetivo de aumentar las ventas hasta aproximadamente 4 millones de vehículos y alcanzar una cuota de mercado del 15%. Sin embargo, el director financiero de la compañía, Arno Antlitz, ha reconocido que Volkswagen espera seguir perdiendo cuota de mercado en China a corto plazo y se está centrando en mantener su posición en Europa.
Las dificultades del fabricante de automóviles en China forman parte de una tendencia más amplia de los fabricantes nacionales de vehículos eléctricos, como BYD Co Ltd, que capturan una cuota de mercado significativa con sus modelos de alta tecnología y bajo coste. La cuota de mercado de Volkswagen en China cayó del 19% en 2019 al 14,5% en el año anterior.
Por el contrario, Volkswagen ha establecido un objetivo agresivo para más que duplicar su cuota de mercado en los Estados Unidos al 10% para 2030. Este objetivo se sustenta en planes para introducir más de 30 modelos eléctricos de batería en el mercado estadounidense. La empresa también quiere sacar provecho de la histórica marca estadounidense Scout lanzando dos modelos eléctricos, un pick-up y un SUV, a finales de 2026, con la producción fijada en una nueva fábrica de 2.000 millones de dólares en Carolina del Sur.
Además de su cartera de vehículos eléctricos, Volkswagen lanzará una versión eléctrica de su emblemático Microbus, el ID. Buzz. Además, en el horizonte se vislumbran nuevos SUV de gasolina y, potencialmente, nuevos híbridos enchufables, según ha indicado el jefe de Volkswagen en EE.UU., Pablo di Si.
A pesar de estos planes, hay escepticismo entre inversores y analistas sobre la capacidad de Volkswagen para alcanzar sus ambiciosos objetivos de cuota de mercado en EE.UU., especialmente dada la competencia de actores establecidos en los mercados de híbridos y SUV, como Toyota Motor Corp, Ford Motor Company (NYSE:F) y General Motors Co (NYSE:GM).
La estrategia de Volkswagen en Estados Unidos contrasta con su enfoque en China, donde recientemente anunció una inversión de 2.700 millones de dólares en un centro de diseño y producción de vehículos eléctricos en la provincia de Anhui. La empresa también invirtió 700 millones de dólares en el fabricante chino de vehículos eléctricos Xpeng (NYSE:XPEV) Inc el pasado diciembre para colaborar en plataformas y software de vehículos eléctricos.
A medida que Volkswagen continúe adaptándose al panorama automovilístico en rápida evolución, su éxito dependerá en gran medida de su capacidad para ofrecer productos convincentes que resuenen entre los consumidores en un mercado que ha mostrado resistencia a los vehículos eléctricos, especialmente en Estados Unidos, donde los VE representaron solo el 8% de todas las ventas de vehículos en 2023.
Reuters ha contribuido a este artículo.Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.