La Secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, se ha mostrado contraria a que las negociaciones sobre fiscalidad mundial pasen de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) a las Naciones Unidas. Las declaraciones de Yellen se produjeron durante una reunión de líderes financieros del G20 en Río de Janeiro, en la que hizo hincapié en los progresos ya realizados bajo la dirección de la OCDE en los últimos tres años.
Yellen destacó el enfoque basado en el consenso y los conocimientos técnicos de la OCDE, que considera cruciales para las complejas negociaciones necesarias para el acuerdo sobre el impuesto de sociedades, que consta de dos partes. El acuerdo incluye el Pilar 1, relativo a la reasignación de los derechos fiscales sobre las grandes empresas multinacionales, y el Pilar 2, que establece un impuesto de sociedades mínimo del 15%.
La Secretaria del Tesoro señaló las limitaciones de la estructura de votación por mayoría de la ONU para unas conversaciones fiscales tan intrincadas, insistiendo en que los países deben acordar mutuamente unos términos que se ajusten a sus intereses. Se mostró firme al afirmar que Estados Unidos no se conformaría con una decisión basada únicamente en el voto mayoritario de la ONU.
Brasil, que ostenta actualmente la presidencia del G20, había propuesto un tercer "pilar" dirigido a un gravamen común sobre las personas ultra ricas. Aunque este tercer pilar no se materializó, los países del G20 acordaron una declaración para trabajar juntos con el fin de garantizar una fiscalidad efectiva de los ultra-ricos, equilibrando la soberanía nacional con los esfuerzos de colaboración para combatir la evasión fiscal.
Yellen también se refirió al acuerdo fiscal del "Pilar 1", señalando avances sustanciales a pesar de la resistencia de India, China y Australia respecto a la postura de Estados Unidos sobre la "Cantidad B" para el cálculo de los precios de transferencia. EE.UU. insiste en este método, ya que proporciona un enfoque estandarizado para que las empresas más pequeñas determinen las obligaciones fiscales, lo que podría ayudar a reducir las disputas fiscales de las multinacionales.
La Secretaria del Tesoro se mostró optimista sobre la posibilidad de alcanzar un acuerdo, en particular con China, a la que no ve firmemente opuesta a la propuesta estadounidense. Proseguirán los esfuerzos para que todos los países se sumen a la aplicación obligatoria del "Importe B", que Yellen describió como un aspecto no negociable para Estados Unidos.
Reuters ha contribuido a este artículo.Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.