Agustín de Gracia
México, 29 ene (EFE).- Después de varios aplazamientos, Petróleos Mexicanos (Pemex) adjudicó a una de sus subsidiarias internacionales un contrato que conlleva la construcción de dos hoteles flotantes en dos astilleros gallegos, Navantia y Barreras.
"No hay plazo que no se cumpla", afirmó anoche en declaraciones a la radio el director general de Pemex Exploración y Producción (PEP), Carlos Morales Gil, al explicar detalles de la licitación anunciada por la empresa petrolera mexicana.
Directamente beneficiados son los astilleros gallegos Hijos de J. Barreras y Navantia, que ya habían acordado previamente la construcción de dos hoteles flotantes con una subsidiaria de Pemex, PMI, el brazo internacional de la petrolera mexicana.
Ese compromiso se había anunciado en España el 19 de septiembre de 2012, pero aún faltaba un paso clave: la licitación internacional que allanara el camino para que Barreras y Navantia se encargaran de la construcción de los llamados "floteles".
El fallo de la licitación estaba convocado originalmente para el 18 de septiembre pasado, pero fue aplazado varias veces, la última el pasado 30 de diciembre, hasta que anoche se difundió en esta capital el resultado del concurso.
"Tras la presentación de las propuestas técnicas y económicas, la oferta presentada por PMI Norteamérica resultó ganadora en ambas partidas con el precio más bajo solvente, entre las ofertas de las siete empresas que calificaron en la última fase", informó Pemex en un comunicado.
El consorcio ganador en la licitación, convocada por PEP, estaba encabezado por PMI Norteamérica, en conjunto con la firma de alimentación Kol-Tov y PMI Trading, en un proyecto en que Barreras aspiraba a construir una embarcación y Navantia otra.
El comunicado de Pemex no menciona a los dos astilleros porque el licitante que se adjudicó el contrato fue el consorcio encabezado por PMI Norteamérica, filial de PMI Comercio Internacional, subsidiaria de Pemex.
Fuentes de la empresa mexicana insistieron a Efe en que el fallo se corresponde con la propuesta presentada por PMI, en la que se incluye el nombre de los dos hoteles flotantes, "1700 Hijos de J. Barreras SA" y "Navantia 0215".
El objeto de la licitación internacional era prestar servicios de alimentación y hotelería, con el apoyo de dos "floteles" y un plazo de contratación de 10 años, en dos partidas.
La propuesta ganadora fijaba un precio de 407 millones de dólares para cada una de las partidas, que incluía tanto el costo de la construcción de cada uno de los hoteles como los servicios que se prestarán durante la duración del contrato.
Inicialmente se había informado de que la construcción de cada nave estaba valorada en unos 190 millones de dólares.
La propuesta de PMI no era la más barata, porque competía con otra de precio inferior del consorcio encabezado por el Grupo Eyva, que propuso un coste total de 745 millones de dólares para los dos floteles y los servicios de alojamiento y alimentación exigidos en la licitación.
Pero esta propuesta encontró problemas ya que una de las embarcaciones ofrecidas tenía características que eran "técnicamente inviables", según dijo el directivo de PEP en declaraciones a la emisora local Radio Fórmula.
"El segundo lugar en precio lo ocupaba PMI, con una propuesta técnica sólida con características de embarcación de muy alta tecnología, muy avanzadas, que lo posicionaron finalmente en primer lugar", afirmó Morales Gil.
A partir de la adjudicación comienza el proceso administrativo. Las bases de la licitación establecen un plazo máximo de 15 días para la formalización del contrato, y los servicios deben ser prestados a partir del 13 de julio de 2016, por 10 años.
Eso significa que los dos hoteles deben estar listos en menos de 30 meses, para que PMI pueda prestar a PEP los servicios adjudicados en la licitación.
El fallo del concurso se conoció después de que el 16 de diciembre Pemex se hiciera con el control de Barreras, al comprar el 51 % de los títulos de la empresa por 5,1 millones de euros.
Pemex ya había anunciado antes su deseo de tomar una participación de capital en un astillero gallego, que no fue identificado en un principio, entre otras razones para beneficiarse de los avances tecnológicos y trasladarnos a México.
En septiembre de 2012, Pemex dijo que quería sustituir 132 buques hasta el 2015, en la más importante renovación de su flota en dos décadas, pero necesita buscar embarcaciones fuera del país por el limitado desarrollo tecnológico de los astilleros mexicanos.
Ya entonces, directivos de Pemex habían reconocido que los astilleros de Galicia eran "reconocidos en el mundo por su competitividad y su diseño".
A pesar de que la licitación fue convocada por una subsidiaria de Pemex y la oferta que ganó fue de un consorcio encabezado por otra subsidiaria, Morales insistió en que se trató de un proceso "totalmente transparente".
Las propuestas se abrieron delante de todas las empresas que participaron, insistió el director general de PEP.
Los dos floteles están destinados a las plataformas marinas de Pemex, que generan los dos tercios de la producción de crudo de la empresa, la cual alcanzó el año pasado 2,55 millones de barriles diarios. EFE
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