Por Carlos R. Cózar
Investing.com - El euro vuelve a caer este martes. Si el último mes de septiembre quedará como el día que perdió el 1,09 respecto al dólar por primera vez en más de dos años, la herida se ha abierto mucho más en este 1 de octubre.
La divisa europea cede otro 0,1% y cae hasta los 1,088 euros por cada dólar. Los malos datos macroeconómicos europeos del pasado lunes hicieron que la moneda única volviese a cotizar en rojo.
Mientras, el índice del dólar sigue marcando máximos de 24 meses. Recordemos que este índice mide sus parámetros contra una cesta de seis divisas rivales y se ha marchado hasta los 99,479 puntos.
Esta disparidad llega por, como se señalaba anteriormente, se debe a los pobres datos de crecimiento europeo y la fortaleza en Estados Unidos. El consenso de analistas espera que los datos que publica la Administración Trump relacionados al sector manufacturero sea positivo, mientras en la Eurozona se prevé que la inflación se mantenga débil en el 1%, lejos del ansiado objetivo del BCE.
Aitor Méndez, analista de IG Markets, subraya que “la debilidad económica que siguen mostrando los datos macro de la zona euro hacen a los inversores dudar sobre el comportamiento a corto plazo de la región y elevan las especulaciones de que el Banco Central Europeo (BCE) se vea obligado a seguir desempolvando su arsenal de medidas de estímulo y políticas no convencionales”.
Desde Bankinter (MC:BKT) señalan que “la mayor fortaleza relativa en los indicadores estadounidenses llevaron al euro a mínimos desde mayo 2017. Esta semana, no habrá indicadores relevantes en la UE y por el lado americano, el ISM Manufacturero y datos de empleo serán más bien positivos. Esperamos que el par se estabilice y cotice en un rango estrecho”.
Peor es el escenario que pintan desde Barclays (LON:BARC). Los analistas de este banco creen que el euro podría llegar a los 1,03 dólares en el tercer trimestre del año que viene, e incluso, que se cambie de manos ya que asumen que "el resultado de que la economía mantenga su bajo desempeño es que la divisa se abarate".
La política de tipos bajos tampoco parece ayudar al euro. La moneda única volvió a notar el sacudido bajista cuando Philip Lane, miembro del consejo de Gobierno del organismo,dejó entrever la posibilidad de que el organismo pueda seguir ampliando los estímulos en la zona euro. Desde Monex Europe señalan que "Lane comentó el domingo que aún queda más espacio para recortes adicionales de los tipos, y que el paquete de estímulo implementado en septiembre no fue suficientemente expansivo".