Investing.com - El yen ganó terreno el jueves pues la nueva aversión al riesgo generalizada en el mercado ha respaldado la demanda de refugio seguro, mientras que el dólar se mantuvo estable con respecto a las demás monedas principales tras repuntar desde mínimos de dos meses.
La confianza en el mercado se ha deteriorado durante la noche ante la incertidumbre en torno a si Estados Unidos y China pueden llegar a un acuerdo al margen de la próxima cumbre del G-20 en Japón.
El dólar baja un 0,2% hasta el nivel de 108,28 yenes a las 9:21 horas (CET).
El yen, que tiende a aumentar su atractivo en tiempos de agitación en los mercados y tensiones políticas, sube un 0,5% frente al dólar australiano y avanza un 0,15% con respecto al euro.
La aversión al riesgo y la caída de los mercados de valores están respaldando al yen como de costumbre", dice Bart Wakabayashi, gerente de la sucursal de Tokio del State Street (NYSE:STT) Bank and Trust.
"La mala actuación del dólar australiano también es un refuerzo para el yen. Los datos sobre puestos de trabajo de Australia de hoy no han sido particularmente negativos, pero al parecer algunos en el mercado lo han visto como otra oportunidad para vender el dólar australiano".
La tasa de desempleo de Australia ha permanecido anclada en un 5,2% en mayo, justificando aún más otro recorte de los tipos de interés este mismo mes que viene.
El dólar australiano que cayó el día anterior al descender los precios del crudo, amplía pérdidas y registra mínimos de dos semanas en 0,6905.
A pesar de las expectativas de que la Reserva Federal flexibilizará la política monetaria en los próximos meses, el dólar ha subido frente a otras monedas importantes, como el euro, la libra y las materias primas, que tienen sus propios problemas.
El índice dólar, que sigue la evolución de esta moneda con respecto a una cesta de otras seis divisas principales, apenas registró variaciones y se mantiene en 96,912 tras subir más de un 0,3% durante la noche.
El índice cayó hasta 96,405 el viernes, su cota más baja desde mediados de abril, tras una fuerte caída del rendimiento de los bonos del Tesoro estadounidense a largo plazo, que se sitúa cerca de mínimos de dos años después de que el informe de empleo de Estados Unidos de la semana pasada reforzara las expectativas de un recorte de los tipos de interés por parte de la Fed.
El euro se llevó un buen golpe después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijera el miércoles que estaba planteándose las sanciones contra el proyecto de gaseoducto de gas natural Stream 2 de Rusia y ha aconsejado a Alemania que reduzca su dependencia de Rusia en cuanto al suministro de energía.
La libra desciende después de que los legisladores británicos hicieran fracasar el miércoles un intento de la oposición laborista para tratar de bloquear un Brexit sin acuerdo.
"Gracias a la mala actuación de las divisas europeas, el dólar logró subir aunque los últimos datos de inflación han impulsado las expectativas de recorte de los tipos de interés de la Fed", ha dicho Takuya Kanda, director general del Instituto de investigación Gaitame.Com.
"El mercado considera ahora que una flexibilización monetaria por parte de la Fed es un resultado inevitable. Al fin y al cabo, el dólar seguirá siendo una moneda de relativamente alto rendimiento incluso después de un recorte o dos de los tipos”.
Según datos publicados el miércoles, los precios al consumo de Estados Unidos apenas subieron en mayo, lo que indica una inflación moderada que, junto con una ralentización de la economía, aumenta la presión sobre la Fed para que recorte los tipos de interés este año.
El euro desciende hasta el nivel de 1,1295 tras descender un 0.35% durante la noche, mientras que la libra cae hasta 1,2666 tras dejarse un 0,3% el miércoles.