3 may - La llama olímpica llegó el martes a la capital de Brasil, donde comenzará un relevo de tres meses a lo largo de más de 300 pueblos y ciudades, que concluirá con la inauguración de los Juegos de 2016 en el estadio Maracaná de Río de Janeiro el 5 de agosto.
La presidenta Dilma Rousseff, que se enfrenta a un proceso por un juicio político en el Congreso, asistió al encendido de la antorcha olímpica en el palacio presidencial y afirmó que los Juegos no se verán afectados a pesar de que Brasil vive un momento "verdaderamente crítico" en su historia.
Es probable que la mandataria sea apartada de su cargo antes de la ceremonia de apertura en Río.
La llama olímpica, que arde dentro de cuatro lámparas, llegó a Brasilia a bordo de un avión de la compañía TAM que fue escoltado por dos cazas de la Fuerza Aérea Brasileña.
Unos 12.000 relevistas portarán la antorcha en los primeros Juegos Olímpicos celebrados en Sudamérica. En Brasilia participará un refugiado de la guerra civil siria, Hanan Daqqah, de 12 años, que llegó a Brasil con su familia en 2015.
El martes, mientras los relevistas estén recorriendo Brasilia con la antorcha, una comisión del Senado estará debatiendo si se inicia un juicio político contra Rousseff por incumplir las leyes presupuestarias, proceso puesto en marcha por la Cámara Baja del Congreso dos semanas atrás.
Rousseff podría ser suspendida la próxima semana, cuando el Senado vote sobre la apertura del proceso de juicio político. El vicepresidente Michel Temer la sustituiría durante un juicio que podría durar hasta 180 días, y lideraría al país hasta las elecciones en 2018 si ella es apartada de su cargo.