Investing.com -- La libra esterlina continuó su reciente caída frente al dólar y el euro el lunes, impulsada por las crecientes preocupaciones de los inversores sobre la sostenibilidad fiscal de Gran Bretaña, ya que los rendimientos de los gilt aumentaron por sexto día consecutivo.
La libra esterlina se depreció hasta un 0,7% frente al dólar, alcanzando los 1,2103 dólares, su nivel más bajo desde noviembre de 2023. Más tarde se estableció con una caída del 0,6% a 1,2125 $. Frente al euro, la libra perdía un 0,2%, a 84,10 peniques.
La libra se ha convertido en el centro de atención de los operadores mundiales de divisas debido al impacto del aumento de los rendimientos de los bonos mundiales, principalmente procedentes de Estados Unidos, en los mercados británicos. Este aumento de los rendimientos se debe a la preocupación por el aumento de la inflación y la menor probabilidad de que la Reserva Federal recorte los tipos.
Los sólidos datos sobre el mercado laboral estadounidense publicados el viernes avivaron los rendimientos de los bonos mundiales, lo que llevó a los mercados monetarios a dejar de valorar plenamente cualquier recorte de tipos por parte de la Reserva Federal este año. Aunque el aumento de los rendimientos suele reforzar la divisa, los analistas británicos prevén que el Gobierno tenga que recortar el gasto o aumentar los impuestos para cumplir sus normas fiscales, lo que podría afectar al crecimiento futuro.
El lunes, el rendimiento del gilt británico a 10 años subió 4 puntos básicos, hasta el 4,879%, ligeramente por debajo del máximo alcanzado la semana pasada, el 4,925%. La semana pasada había aumentado más de 24 puntos básicos, lo que supuso su mayor subida semanal en un año. Los rendimientos de los bonos y los precios tienen una relación inversa. En Gran Bretaña, el rendimiento a 30 años alcanzó el lunes su nivel más alto en 27 años, con un 5,472%.
Esta semana, es probable que la atención se centre también en los datos sobre la inflación británica que se publicarán el miércoles, y que podrían influir en la política monetaria del Banco de Inglaterra a corto plazo. Se prevé que los precios al consumo hayan aumentado un 2,6% anual en diciembre, igualando la tasa de noviembre, mientras que se espera que el IPC subyacente haya bajado al 3,4% desde el 3,5%.
Los mercados de futuros prevén actualmente una relajación de alrededor de 16 puntos básicos en la reunión de febrero del Banco de Inglaterra, lo que sugiere una probabilidad aproximada del 65% de un recorte de tipos de un cuarto de punto.
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