Por Tim Hanlon
BARCELONA, 12 abr (Reuters) - El Barcelona necesita redescubrir la solidez defensiva que le ha llevado a su liderazgo del campeonato, junto a su fuerte ataque, después de que un error de Gerard Piqué en el partido contra el Sevilla no les diera más que un empate, reduciendo su ventaja a dos puntos con respecto del Real Madrid en la cima de la Liga.
Piqué ha parecido confiado y ha liderado la retaguardia en los últimos meses, proporcionando las bases para iniciar el ataque del Barça.
El tridente ofensivo compuesto por Lionel Messi, Neymar y Luis Suárez puede copar los titulares, pero la defensa del Barça se ha mostrado más serena y redujo errores básicos que puso en aprietos al equipo a principios de temporada y en la cuerda floja a su entrenador, Luis Enrique.
El cambio de tendencia de Piqué ha sido lo más notable, pues el catalán ha bajado su ritmo y mostrado signos de falta de profesionalidad.
Ampliamente respaldado tanto por Jeremy Mathieu como por Javier Mascherano, la defensa de Barça ha desempeñado su papel para superar al Real Madrid en la cima de la tabla, además de su buena actuación en cuartos de final de la Liga de Campeones y haber llegado a la final de la Copa del Rey.
Sin embargo, ante el Sevilla el sábado, tuvieron espíritu de ataque pero una vez más cometieron errores y, en particular, el de Piqué en medio campo que permitió a los andaluces equilibrar el partido a un 2-2.
Luis Enrique estaba enfadado por la manera en la que perdieron la clara ventaja por dos goles sobre el Sevilla, pero se negó a culpar a alguien en concreto.
"El fútbol es un juego de errores; no pasa nada, seguimos líderes y confiados en seguir en la misma línea", dijo el técnico.
El entrenador del Sevilla Unai Emery dijo antes del partido que este Barcelona era el más parecido al de Pep Guardiola que había visto hasta ahora, pero que aún tienen un largo camino por delante para controlar el juego tan bien como lo hizo el conjunto azulgrana que ganó tres Ligas y dos Ligas de Campeones entre 2008 y 2012.