En un importante paso hacia la culminación de su fusión de 34.000 millones de dólares, Bunge y Viterra han propuesto concesiones para responder a las preocupaciones antimonopolio de la Unión Europea. El sitio web de la Comisión Europea reveló la actualización el viernes, indicando que las empresas están buscando activamente la aprobación de la UE para el acuerdo que se anunció hace un año.
La fusión pretende situar a la entidad combinada como un competidor formidable frente a los líderes del sector Archer-Daniels-Midland (NYSE:ADM) y Cargill. Aunque no se ha revelado la naturaleza específica de las concesiones, de acuerdo con la política de la Comisión Europea, el gesto sugiere un esfuerzo de las empresas por mitigar las preocupaciones reguladoras en materia de competencia.
La Comisión Europea ha ampliado el plazo para su decisión hasta el 1 de agosto, lo que supone un retraso respecto a la fecha inicialmente prevista del 18 de julio. Esta prórroga permitirá a la Comisión consultar a competidores y clientes para calibrar si las concesiones son satisfactorias o si son necesarios nuevos ajustes.
La fusión propuesta no sólo ha suscitado el escrutinio de la Comisión Europea, sino también del organismo canadiense de defensa de la competencia y de diversos grupos agrarios. Además, la operación requiere la aprobación reglamentaria de varias jurisdicciones, entre ellas Norteamérica, Sudamérica y China.
Reuters ha contribuido a este artículo.Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.