Capital One (NYSE:COF) ha anunciado un compromiso de 265.000 millones de dólares en los próximos cinco años en préstamos, filantropía e inversión, condicionado a la aprobación de su adquisición de Discover Financial Services (NYSE:DFS). El plan del banco, anunciado hoy, está diseñado para apoyar a las comunidades con rentas bajas y moderadas (LMI) e incluye el mantenimiento de un total de 200.000 millones de dólares en préstamos a estos colectivos.
Además, Capital One se ha comprometido a mantener abierta la sucursal de Discover en Delaware y a evitar el cierre de sucursales como consecuencia de la fusión. La empresa también ha prometido no reducir el personal de primera línea.
La entidad financiera con sede en McLean, Virginia, ha señalado que destinará más de 35.000 millones de dólares a apoyar iniciativas de vivienda asequible, lo que supone un aumento del 30% respecto a planes anteriores. El compromiso también incluye préstamos a pequeñas empresas, ofertas de productos y programas educativos.
La adquisición de Discover por Capital One, valorada en 35.000 millones de dólares y anunciada en febrero, le convertirá en el mayor emisor de tarjetas de crédito de Estados Unidos por saldos y en el sexto banco por activos, al tiempo que le dará el control de la red de pago con tarjeta de Discover.
La propuesta pretende responder a las preocupaciones de grupos comunitarios y organismos reguladores. Algunas organizaciones comunitarias han expresado su temor de que la fusión pueda dar lugar a una reducción de los servicios y un aumento de los costes para los consumidores, mientras que otras ven posibles beneficios en la competencia de los pagos.
El importante plan de beneficios comunitarios de Capital One, que incluye 15.000 millones de dólares en préstamos a pequeñas empresas, 5.000 millones de dólares en gastos con proveedores diversos, 9.000 millones de dólares en financiación del desarrollo comunitario y un aumento significativo de las donaciones filantrópicas hasta 575 millones de dólares, pretende mitigar estas preocupaciones.
Según la National Community Reinvestment Coalition, el plan duplica con creces cualquier compromiso anterior de este tipo. Capital One ha declarado que informará anualmente de sus progresos a las autoridades reguladoras y mantendrá informado a su Consejo Asesor Comunitario.
A pesar de los esfuerzos del banco, persiste el escepticismo. Los críticos sostienen que estos planes pueden carecer de transparencia y de aplicabilidad. Jesse Van Tol, Consejero Delegado del NCRC, ha dicho que, aunque las cifras del plan de Capital One son grandes, puede que no tengan tanto impacto como parece, sobre todo porque los préstamos con tarjeta de crédito no suelen contribuir a la creación de riqueza para los consumidores.
En respuesta a las preocupaciones, Andrés Navarrete, responsable de asuntos externos de Capital One, subrayó que los préstamos para tarjetas de crédito y automóviles son esenciales para satisfacer las necesidades de los consumidores y establecer un historial crediticio. También señaló que, aunque Capital One tuvo que abandonar el negocio hipotecario en 2017, había cumplido todos los demás compromisos de su adquisición de ING Direct USA en 2012.
En un movimiento estratégico, Capital One se ha asociado con cuatro grupos comunitarios, entre ellos la National Association for Latino Community Asset Builders y NeighborWorks America, para formular el plan de beneficios comunitarios, prescindiendo de la NCRC. Estos grupos, que representan a unas 800 organizaciones sin ánimo de lucro, han expresado su apoyo al plan, destacando la importancia del compromiso público para garantizar la rendición de cuentas.
Reuters ha contribuido a este artículo.Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.