Por Laura Sánchez
Investing.com - El fundador de Amazon.com (NASDAQ:AMZN), Jeff Bezos, dejará el cargo de director ejecutivo de la empresa el próximo lunes, cuando la empresa cumple 27 años. Andy Jassy, que lideró el proyecto de Amazon Web Services -división de negocio en la nube de la compañía-, le sucederá al frente del gigante tecnológico.
El negocio de Amazon ha subido como la espuma durante la pandemia. En el primer trimestre de 2021, las ventas aumentaron un 44% con respecto al año anterior, la mejor tasa de crecimiento trimestral de la compañía desde 2011, y los ingresos netos fueron de 8,100 millones de dólares, su mayor beneficio trimestral hasta la fecha. Con el aumento de la demanda debido al mayor consumo online, Amazon contrató a más de 500,000 personas en 2020, aumentando su personal total a más de 1,3 millones, según publica MarketWatch.
El valor de mercado de Amazon es ahora de 1,7 billones de dólares, solo por detrás de Apple (NASDAQ:AAPL) y Microsoft (NASDAQ:MSFT) entre las empresas que cotizan en Estados Unidos.
En Bolsa, el crecimiento de la firma ha sido bastante lineal. Las acciones de Amazon han aumentado un 6% en lo que va del año, frente al incremento del 15% por ejemplo del índice S&P 500.
Hay varias razones para la cautela de los inversores, incluido el cambio de CEO. Y es que ya ha ocurrido en otras ocasiones.
El punto positivo se lo lleva el CEO de Apple, Tim Cook, quien asumió el cargo principal de Steve Jobs en 2011. Las acciones de Apple han subido un 1,000% desde que asumió el cargo.
El punto negativo es para Microsoft, donde Steve Ballmer sucedió a Bill Gates como CEO en enero de 2000, y permaneció en el cargo durante 14 años. Las ventas de Microsoft se triplicaron con Ballmer a la cabeza, pero las acciones no dieron ninguna sorpresa.
También existe la preocupación de que el crecimiento del comercio electrónico de Amazon pueda desacelerarse a medida que los países van reabriendo sus economías.
A todo ello se une otro viento en contra: la presión regulatoria. Amazon está recibiendo una atención considerable de los reguladores y legisladores por su oferta pendiente de 8,500 millones de dólares por el estudio de cine MGM, recuerda MarketWatch.
En el peor de los casos, Amazon podría ser obligado a deshacerse de las operaciones que compiten directamente con los clientes, es decir, sus minoristas externos. Eso podría poner fin a la capacidad de Amazon para vender sus propios productos.