RIO DE JANEIRO, 18 mar (Reuters) - Tribunal de Contabilidad de la Unión de Brasil (TCU) ha decidido investigar si los miembros del directorio de Petróleo Brasileiro SA gestionaron mal a la estatal, dijo la corte en un comunicado.
La investigación, una de muchas de varias agencias que se concentran en Petrobras PETR4.SA , fue aceptada el miércoles por todos los miembros del tribunal, dijo el comunicado.
La corte determinará si los miembros del directorio practicaron "actos de gestión desastrosa" o si "no actuaron con el cuidado necesario".
Esta no es la primera vez que el auditor ha puesto su atención en Petrobras. Los registros muestran que investigadores del TCU detectaron prácticas de cobros excesivos generalizados en contratos y subastas irregulares en grandes proyectos de Petrobras en el 2009.
Los presuntos pagos excesivos por la refinería Pasadena, en Texas, fueron el centro de una audiencia en el Congreso el año pasado, antes de que comenzara una investigación sobre acusaciones de una trama generalizada de sobornos.
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, presidió el directorio de Petrobras entre el 2003 y 2010, lapso en el que se dieron controvertidas decisiones de la administración, incluida la compra de Pasadena.
Sus críticos dicen que la empresa belga Astra Oil pagó 42,5 millones de dólares a Crown Oil por Pasadena en el 2005, un año antes de vender la mitad de la instalación a Petrobras por 360 millones de dólares. La estatal brasileña compró el resto de la refinería a Astra en el 2012 por 821 millones de dólares.
El año pasado, Rousseff dijo que la aprobación de la compra se basó en recomendaciones técnicas con errores.
Ella ha negado haber tenido conocimiento de los casos de corrupción en Petrobras y no está entre los 47 políticos que la Corte Suprema de Brasil investiga para determinar si recibieron dinero de sobornos supuestamente obtenido a través de fondos desviados desde la estatal.
Una revisión de Reuters de la investigación del 2009 de la TCU y entrevistas con quienes la realizaron indican que Rousseff no aprovechó las oportunidades para detener los casos de sobornos antes de que se convirtieran en el mayor escándalo de corrupción de Brasil. (Editado por Ricardo Figueroa)