Fitch Ratings ha elevado la calificación crediticia de Delta Air Lines (NYSE:DAL) a "BBB-", lo que supone el retorno a la categoría de grado de inversión. La mejora refleja mejoras significativas en la salud financiera de la aerolínea desde la recesión provocada por la pandemia. Delta, con sede en Atlanta, había visto rebajada su calificación a la categoría de "basura" cuando el sector de los viajes sufrió un duro golpe debido a la crisis sanitaria mundial.
Desde entonces, la aerolínea ha concentrado sus esfuerzos en reducir la deuda y ha logrado rebajar su deuda bruta y sus arrendamientos operativos en unos 11.000 millones de dólares en los últimos tres años. Esta disciplina financiera ha sido un factor clave en la decisión de Fitch de elevar la calificación de Delta de 'BB+' a 'BBB-' con perspectiva estable. Delta también cuenta con una calificación de grado de inversión de Moody's, aunque sigue estando clasificada en la categoría "basura" por S&P.
Fitch ha expresado una perspectiva positiva sobre la demanda de viajes, proyectando que se mantendrá robusta hasta 2024, lo que debería permitir a Delta generar flujo de caja libre. La agencia prevé que la compañía reduzca sus activos libres de cargas a 30.000 millones de dólares a finales de año.
A pesar de pronosticar un beneficio inferior al previsto para el tercer trimestre debido al aumento de la capacidad del sector, que presiona sobre las tarifas aéreas de gama baja, se espera que Delta siga siendo una de las aerolíneas más rentables. Esta previsión se apoya en un resurgimiento de las reservas de viajes corporativos y en una demanda constante de servicios de viajes premium.
Reuters ha contribuido a este artículo.Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.