Según un informe de S&P Global, la construcción de una nueva mina en Estados Unidos lleva una media de casi 29 años, un plazo sólo superado por el de Zambia. Este dilatado periodo se considera un obstáculo para los esfuerzos del país por mejorar la producción de metales esenciales como el litio y el níquel, cruciales para la transición energética.
El informe analizaba 268 proyectos mineros desde el descubrimiento de un yacimiento metálico hasta el inicio de la producción. Zambia encabeza la lista, con un tiempo medio de desarrollo minero de unos 34 años. Le sigue Estados Unidos, con un periodo de desarrollo cinco años inferior al de Zambia.
Países como Canadá, Argentina y Mongolia también han sido identificados como países con largos plazos de desarrollo. Mongolia alberga el proyecto de cobre Oyu Tolgoi, desarrollado por Rio Tinto (NYSE:RIO).
Por el contrario, países como Ghana, la República Democrática del Congo y Laos registraron algunos de los plazos más cortos, de entre 10 y 15 años aproximadamente. Australia, con una media de 20 años, obtuvo los mejores resultados entre los países con economías similares a la estadounidense.
El informe, que se abstuvo de ofrecer recomendaciones políticas, fue financiado en parte por la National Mining Association (NMA), un grupo comercial de la industria estadounidense. Aunque la NMA no aportó datos ni contribuciones sustanciales, está haciendo campaña activamente por la reactivación de la Oficina de Minas de EE.UU., según informes anteriores de este mes.
El estudio incluía proyectos como Resolution Copper, de Rio y BHP, en Arizona, y Pebble, de Northern Dynasty, en Alaska. Ambos proyectos, que aún no cuentan con permisos y cuya apertura está prevista para 2030, han encontrado la oposición de grupos indígenas y ecologistas, retos que el informe no aborda.
El informe tampoco aborda el posible impacto del aumento de las técnicas de lixiviación del cobre, que no requieren nuevos permisos, en la producción de cobre de Estados Unidos. Empresas como Freeport-McMoRan (NYSE:FCX) han adoptado estos procesos.
Además, el informe de S&P Global destacaba que los elevados índices de litigios contra proyectos mineros estadounidenses han provocado una reducción de los presupuestos de exploración. En los últimos 15 años, las empresas de Canadá y Australia han gastado en exploración un 81% y un 57% más, respectivamente, que sus homólogas estadounidenses. Y ello a pesar de que Estados Unidos tiene más del doble de reservas y recursos de cobre y litio que esos países.
A escala mundial, el informe concluye que las minas de oro son las que más rápido se desarrollan, con una media de 15,2 años, mientras que las de níquel son las que más tardan, con una media de 17,5 años.
Reuters ha contribuido a este artículo.Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.