Por Ana Isabel Martinez y Stefanie Eschenbacher
CIUDAD DE MÉXICO, 1 jun (Reuters) - Una de las empresas más importantes del conglomerado mexicano Grupo BAL, propiedad del tercer hombre más rico del país, negó el viernes estar haciendo proselitismo por algún candidato presidencial, cuando crecen los llamados a ejercer un "voto razonado" por parte de líderes empresariales.
Pero fuentes del conglomerado dijeron que en varias de sus empresas se han llevado a cabo reuniones con empleados para invitarlos a informarse antes de votar en las elecciones del 1 de julio, para las que marcha como amplio favorito el izquierdista Andrés Manuel López Obrador.
Varias empresas mexicanas han hecho llamados similares a sus trabajadores y el magnate Germán Larrea, de gigante minero Grupo México, envió una carta esta semana a sus empleados y accionistas advirtiéndoles sobre los riesgos de que se instale un gobierno populista tras los comicios. una presentación con láminas, mostrada a empleados de la cadena de tiendas El Palacio del Hierro, del Grupo BAL, resaltan las "mejoras" del país en los últimos años -como más empleos formales- pero "el enojo por la corrupción" y "el miedo por la inseguridad" impiden verlas.
"En ningún momento inducen al voto por alguien o hablan directamente mal de algún candidato como López Obrador", dijo una de las fuente que vio la presentación. "Pero para quien conoce la historia del país y el pasado suena como un mensaje para que no te dejes llevar por promesas mesiánicas".
Otra fuente no quiso dar detalles de las reuniones argumentando que lo tenían "prohibido".
El Grupo BAL declinó hacer comentarios sobre las reuniones así como del contenido de las presentaciones.
Analistas han opinado que los llamados de las empresas no representan un delito ya que no existe una amenaza real para los empleados. Algunos consideraron que los mensajes son inútiles y hasta pueden generar irritación si los votantes están seguros de su voto y perciben que quieren influenciarlos.
"Lo que es muy interesante es la claridad y la profundidad de las diferencias entre los empresarios y López Obrador. Están diciendo: 'No compartimos la política del candidato que encabeza las encuestas'", dijo Ulises Beltrán, exasesor de los presidentes Carlos Salinas y Ernesto Zedillo.
SIN DENUNCIAS POR AHORA
El Palacio del Hierro, una de las tiendas por departamentos más exclusiva de México, dijo en un aviso publicado en prensa el viernes que forma parte del movimiento CONCIENCIA MX, una plataforma que asegura que no busca influir en el voto pero sí informar de las propuestas de cada contendiente en los comicios.
"En ningún momento esta iniciativa influye en el voto, no se presentan propuestas a favor o en contra de algún partido o candidato", dijo la empresa en respuesta a versiones de prensa que afirmaron que sugería votar contra López Obrador, quien se ha enfrentado públicamente con algunos empresarios. cadena de tiendas, que vende ropa de afamados diseñadores, perfumería, cosméticos y joyería, forma parte de un conglomerado de 30,000 empleados que incluye a la gigante minera Peñoles, que posee a la mina de plata más grande del mundo, Fresnillo.
El Palacio dijo que respeta las preferencias políticas individuales y el derecho al voto libre y secreto y negó "rotundamente cualquier actividad proselitista".
Patricio Flores, secretario de Comunicación de la mayor confederación sindical de México, la CTM, dijo que hasta la fecha no han recibido ninguna denuncia de afiliados que se sientan coaccionados o amenazados -por sus patronos- a votar por algún candidato en particular.
"No tenemos ningún reporte de ese tipo (...) hoy hay mucho respeto hacia los trabajadores (...) ellos mismos serán quienes decidirán su voto", dijo Patricio Flores vía telefónica. "Sin embargo, debemos estar atentos y ser respetuosos de las leyes".
El presidente del Instituto Nacional Electoral (INE) dijo el jueves que "quien pretenda vulnerar la libertad del voto, sea quien sea, se va a topar con una autoridad electoral decidida a cumplir su papel". (Reporte de Ana Isabel Martínez Editado por Diego Oré y Javier López de Lérida)