México, 9 ene (EFE).- La Inmobiliaria Fumisa, enfrascada en una pugna con el Aeropuerto Internacional de Ciudad de México (AICM) por la posesión de los locales comerciales en la terminal aérea, pidió hoy a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) aclarar públicamente su posición respecto a este conflicto.
En un comunicado, la empresa exigió asimismo al AICM dejar de asumirse como autoridad judicial al declarar unilateralmente que su contrato con Fumisa ha vencido y solicitarle a la compañía su información financiera y contable.
La compañía refirió que en cumplimiento de resoluciones judiciales, Fumisa ha presentado oportunamente sus informes actualizados sobre la tasa interna de retorno (TIR) obtenida por el subarrendamiento de los locales comerciales.
Por tanto, añadió, "el AICM tiene pleno conocimiento de todos y cada uno de las actualizaciones del cálculo de la TIR y de la información que la soporta, y ha tenido toda la oportunidad que ofrece el proceso para presentar sus argumentaciones".
"El AICM no tiene autoridad legal para declarar unilateralmente si el contrato con Fumisa ha vencido. La única autoridad que puede dictar fallo sobre el diferendo de arrendamiento es la autoridad judicial y por tanto, AICM no puede ostentar la calidad de nuevo arrendador de ningún espacio si la posesión de esos espacios ha sido reconocida a favor de Fumisa por mandato judicial", sostuvo.
Igualmente, apuntó que la SCT manifestó el pasado 19 de diciembre de 2013 ante el Juez Décimo Segundo de Distrito en Materia Administrativa que los contratos de arrendamiento entre Fumisa y AICM fueron celebrados en "un plano de igualdad" y son de carácter civil.
La empresa solicitó a la SCT que haga un pronunciamiento oficial sobre su postura ante el conflicto con el AICM, por considerar que la actuación de la administración aeroportuaria "ostentándose como autoridad sin serlo es un tema de interés público".
La administración del AICM informó el 1 de enero que arrendaría directamente los espacios comerciales en la Terminal 1 del aeropuerto, luego de que el 31 de diciembre terminara la vigencia del contrato con Fumisa.
Fumisa amplió el área internacional de la Terminal 1 del aeropuerto a través de un contrato que permitía a la empresa subarrendar espacios comerciales para recuperar su inversión. Las obras se iniciaron en 1991 y concluyeron en 2005.
El contrato también establecía que de no alcanzarse la tasa interna de retorno acordada de 12,82 % al 31 de diciembre de 2013, "se ampliaría el plazo" de vigencia del contrato, explicó Ruffo Pérez-Pliego, director de Fumisa, en una entrevista previa a Efe.
La compañía argumenta que la tasa interna de retorno es actualmente menor a la tasa objetivo acordada, por lo que el contrato está vigente "y surtiendo plenos efectos legales". EFE