La administración Biden ha anunciado planes para conceder casi 1.100 millones de dólares en subvenciones a General Motors (NYSE:GM) y Stellantis para la reconversión de plantas existentes para la producción de vehículos eléctricos (VE).
Esta financiación forma parte de una iniciativa más amplia de 1.700 millones de dólares destinada a transformar 11 plantas "en riesgo" de ocho estados. El objetivo es facilitar la producción de un millón de vehículos eléctricos al año, conservar 15.000 puestos de trabajo y crear 3.000 nuevos.
La Secretaria de Energía, Jennifer Granholm, destacó la importancia de esta inversión como elemento clave de la estrategia industrial de la Administración, destinada a modernizar las históricas instalaciones de fabricación de automóviles y garantizar la competitividad en el mercado mundial. La financiación se destinará a plantas de Michigan, Ohio, Pensilvania, Georgia, Illinois, Indiana, Maryland y Virginia.
General Motors recibirá 500 millones de dólares para reconvertir su planta de ensamblaje de Lansing Grand River, en Michigan, para la futura producción de vehículos eléctricos, aunque por el momento seguirá fabricando los Cadillac CT4 y CT5.
Stellantis ha recibido 334,8 millones de dólares para reconvertir la clausurada planta de montaje de Belvidere, en Illinois, para la producción de VE y otros 250 millones para que su planta de transmisión de Indiana, en Kokomo, produzca componentes de VE.
Además de los grandes fabricantes de automóviles, otras empresas son beneficiarias de las subvenciones. Hyundai Mobis (KS:012330) recibirá 32 millones de dólares para la producción de componentes híbridos enchufables y paquetes de baterías en Ohio. Harley-Davidson (NYSE:HOG) recibirá 89 millones para ampliar su planta de Pensilvania y fabricar motocicletas eléctricas.
Blue Bird utilizará una subvención de 80 millones de dólares para transformar unas antiguas instalaciones de Georgia en un centro de producción de autobuses escolares eléctricos. Cummins ha recibido 75 millones de dólares para modificar una planta de Indiana destinada a componentes de emisiones cero y sistemas de propulsión eléctrica.
El Grupo Volvo (ST:VOLVb) también recibirá 208 millones para mejorar la capacidad de producción de vehículos eléctricos en Maryland, Virginia y Pensilvania, mientras que ZF North America ha recibido 157 millones para adaptar parte de sus instalaciones de Michigan a la fabricación de componentes para vehículos eléctricos.
Estas adjudicaciones están pendientes de las negociaciones finales sobre los hitos y otros requisitos, así como de la finalización de las revisiones medioambientales. El Presidente Joe Biden ha sido un firme defensor del aumento del número de VE en Estados Unidos, introduciendo nuevos incentivos fiscales y financiación para estaciones de recarga de VE, junto con normas de emisiones más estrictas para estimular las ventas de VE. Con esta medida, el Gobierno también pretende asegurarse el apoyo de los trabajadores sindicados en estados clave, asegurándoles que el cambio a los vehículos eléctricos no supondrá la pérdida de puestos de trabajo.
Reuters ha contribuido a este artículo.Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.