El plan de Estados Unidos de utilizar fábricas japonesas para aumentar la producción de misiles de defensa antiaérea Patriot está sufriendo retrasos debido a la escasez de un componente crítico fabricado por Boeing (NYSE:BA). Mitsubishi Heavy Industries (TYO:7011) (MHI) en Japón, que actualmente produce unos 30 misiles PAC-3 al año bajo licencia de Lockheed Martin (NYSE:LMT), tiene potencial para duplicar su producción. Sin embargo, esta expansión depende de la disponibilidad de buscadores de misiles, una pieza clave para guiar los misiles en las fases finales de vuelo.
Estados Unidos pretende aumentar la producción mundial de unas 500 a más de 750 unidades al año lo más rápidamente posible. Sin embargo, la falta de buscadores es un obstáculo importante, y una fuente del sector indica que podrían pasar años antes de que MHI pueda aumentar la producción debido a esta escasez.
Boeing ha iniciado la ampliación de su fábrica de buscadores en Estados Unidos para reforzar la producción en un 30%, pero las nuevas líneas no estarán operativas hasta 2027. Lockheed Martin ha anunciado planes para aumentar su producción estadounidense de interceptores Patriot de 500 a 650 para ese mismo año, con un precio por unidad de aproximadamente 4 millones de dólares.
El gobierno japonés, en su plan de gastos de defensa para 2022, prometió apoyo financiero a las empresas nacionales que deseen ampliar su producción. Sin embargo, estas subvenciones se limitan a los equipos para las Fuerzas de Autodefensa de Japón y no cubren las exportaciones. En consecuencia, la financiación de la capacidad de producción adicional, que podría costar decenas de millones de dólares, tendría que provenir de MHI o de Estados Unidos.
Lockheed Martin hizo hincapié en la importancia estratégica de las capacidades en la región Indo-Pacífica, dirigiendo las consultas sobre la producción del PAC-3 en Japón a los gobiernos japonés y estadounidense, y a MHI. Tanto el Ministerio de Defensa japonés como MHI declinaron hacer comentarios al respecto.
Un funcionario de defensa estadounidense mencionó un contrato de 4.500 millones de dólares firmado en junio con el Ejército de Estados Unidos, que supone un paso importante en el aumento de la producción de misiles y buscadores. Se espera que las próximas conversaciones entre los ministros de Asuntos Exteriores y Defensa de Japón y Estados Unidos, que se celebrarán este mes en Tokio, aborden la profundización de la cooperación industrial en materia de defensa, en la que el proyecto de misiles Patriot desempeñará un papel central.
Esta colaboración se produce en un momento en que Estados Unidos se enfrenta a dificultades en la cadena de suministro para satisfacer la necesidad de Ucrania de sistemas de defensa antiaérea para contrarrestar los ataques rusos, destacada por el trágico ataque ruso con misiles contra un hospital infantil en julio.
Japón dio un paso importante en diciembre de 2023 al relajar las normas de exportación militar, lo que permitió al país ayudar a reponer las existencias de misiles Patriot estadounidenses que se habían utilizado para apoyar a Ucrania. El embajador de Estados Unidos en Japón, Rahm Emanuel, ha sido partidario de estrechar los lazos industriales militares con Japón, una medida que podría aliviar la presión sobre los contratistas de defensa estadounidenses.
En un reciente artículo de opinión, Emanuel señalaba las vulnerabilidades del complejo industrial militar estadounidense, exacerbadas por conflictos en curso como la guerra de Ucrania y las tensiones en Oriente Medio. El presidente estadounidense, Joe Biden, y el primer ministro japonés, Fumio Kishida, habían acordado en abril profundizar en la cooperación en la industria de defensa, subrayando el compromiso de ambas naciones con esta asociación estratégica.
Reuters ha contribuido a este artículo.Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.