El Departamento de Comercio ha anunciado hoy que una norma propuesta para prohibir que los vehículos conectados chinos y determinados programas informáticos y equipos informáticos de vehículos chinos se utilicen en automóviles estadounidenses podría reducir las ventas de automóviles en EE.UU. hasta en 25.841 vehículos al año. También se espera que la medida haga subir los precios de los vehículos.
El Ministerio ha expresado su preocupación por la posibilidad de que los fabricantes y vendedores de automóviles estadounidenses pierdan competitividad a escala mundial debido al aumento previsto de los precios de los vehículos como consecuencia de la normativa. Se prevé que la norma propuesta tenga un efecto significativo en los precios de los vehículos y podría provocar una reducción de las ventas anuales de entre 1.680 y 25.841 vehículos.
Además, la normativa podría afectar a entre 1.500 y 2.300 millones de dólares en componentes de vehículos procedentes de empresas chinas o rusas para vehículos vendidos en Estados Unidos.
Esta propuesta de prohibición forma parte de un esfuerzo más amplio para limitar el uso de tecnología extranjera que podría plantear riesgos de seguridad o dar a otras naciones una ventaja competitiva en la crítica industria del automóvil. Las estimaciones del Departamento de Comercio reflejan el posible impacto económico de la norma propuesta en el mercado automovilístico estadounidense.
Reuters ha contribuido a este artículo.
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