El Banco Mundial y otros importantes bancos de desarrollo han recibido un importante espaldarazo al anunciar Fitch Ratings que la inclusión de las Cláusulas de Deuda Resiliente al Cambio Climático (CRDC) en sus acuerdos de préstamo no afectará a sus calificaciones crediticias. Estas cláusulas, introducidas el año pasado, permiten a los países de renta baja afectados por graves catástrofes climáticas aplazar los reembolsos hasta dos años.
El comunicado de Fitch aclara que se espera que estas cláusulas de aplazamiento tengan un impacto mínimo en la salud financiera general de los bancos. "La introducción de cláusulas de aplazamiento sería normalmente neutral desde el punto de vista de la calificación", indicó Fitch, siempre que no perturben significativamente la liquidez de los bancos.
Esta aclaración supone un alivio para los prestamistas multilaterales, preocupados por la posibilidad de que tales mecanismos socaven sus calificaciones de triple A, que son cruciales para garantizar unos bajos costes de endeudamiento en los mercados mundiales de préstamo. Estos tipos favorables se trasladan después a las naciones prestatarias.
Además, Fitch ha revisado su posición sobre los nuevos bonos "híbridos", concebidos para reducir los requisitos de colchón de capital y aumentar la capacidad de préstamo de los bancos. El Banco Africano de Desarrollo emitió el primero de estos bonos a principios de este año.
A diferencia de lo que ocurría anteriormente, estos bonos ya no se limitarán automáticamente a una calificación "A", que está cinco escalones por debajo de la máxima calificación triple A que mantienen la mayoría de los bancos multilaterales de desarrollo.
La agencia de calificación señaló que los bonos híbridos "profundamente subordinados" se calificarían por término medio tres escalones por debajo del perfil crediticio autónomo para los instrumentos con un 100% de crédito en acciones y dos escalones por debajo para los que tienen un 50% de crédito en acciones.
Un analista de Fitch explicó que este cambio de política abordaba una laguna en su sistema de calificación, ya que se espera que los bonos híbridos y los CRDC sean cada vez más frecuentes debido a la creciente preocupación por el cambio climático.
Esta evolución se considera un paso adelante para los bancos de desarrollo, que siguen adaptando sus herramientas financieras para hacer frente a los retos que plantea el cambio climático mundial, al tiempo que mantienen sus sólidas posiciones crediticias en los mercados financieros.
Reuters ha contribuido a este artículo.Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.