En una reciente iniciativa, una coalición de fabricantes de energía solar de Estados Unidos ha instado a la administración Biden a aplicar una normativa más estricta en materia de créditos fiscales para los promotores de proyectos solares que utilicen componentes fabricados en Estados Unidos.
El grupo, conocido como la Coalición de Fabricantes de Energía Solar para América (SEMA), ha expresado su preocupación por el hecho de que los promotores puedan reclamar actualmente un crédito fiscal del 10% sin incorporar necesariamente en sus proyectos paneles solares fabricados en Estados Unidos.
La exigencia de normas más estrictas forma parte de una iniciativa más amplia del Gobierno de Biden para impulsar las inversiones en energías limpias y reducir la dependencia de los productos fabricados en China. La Ley de Reducción de la Inflación (IRA) de 2022 se diseñó para ofrecer incentivos, incluidos créditos fiscales, con el fin de promover el uso de productos nacionales en la industria solar.
Según las estipulaciones actuales de la IRA, para poder optar a la subvención de contenido nacional, al menos el 40% de los costes de los productos fabricados en un proyecto solar, como módulos, seguidores e inversores, deben proceder de Estados Unidos. Sin embargo, SEMA ha señalado que el umbral puede cumplirse utilizando bastidores de acero e inversores fabricados en Estados Unidos, mientras que los paneles solares proceden del extranjero.
SEMA ha argumentado que esta laguna no se ajusta al objetivo de la administración de establecer una sólida cadena de suministro solar nacional capaz de competir con China. La coalición subraya que la fabricación de paneles solares es un proceso más complejo y costoso que el de otros componentes, como los sistemas de estanterías y los inversores.
La administración Biden se ha visto presionada para equilibrar la necesidad de mantener las importaciones, que según los promotores son vitales para satisfacer la elevada demanda actual de la industria, con el objetivo de fomentar un sólido sector de fabricación solar con sede en Estados Unidos.
Esta evolución supone un momento crítico para la industria solar estadounidense, que se enfrenta a los retos de la producción nacional y la expansión de las energías limpias. La respuesta de la Administración a la petición de SEMA de normas más estrictas tendrá probablemente implicaciones significativas para el futuro de la fabricación solar y la política energética en Estados Unidos.
Reuters ha contribuido a este artículo.Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.