Los inversores activistas han iniciado un número récord de campañas contra empresas mundiales en el primer semestre de 2024, según datos de Barclays. A pesar del aumento de la actividad, estos inversores han tenido menos éxito a la hora de conseguir puestos en los consejos de administración, ya que las empresas han montado defensas eficaces.
En los primeros seis meses del año se registraron 147 campañas, superando el máximo anterior de 143 del primer semestre de 2018. Elliott Investment Management, Starboard Value y Jana Partners se encuentran entre los activistas notables que apuntan a compañías como Southwest Airlines, Autodesk (NASDAQ:ADSK) y Wolfspeed, respectivamente.
Si bien el número de campañas ha aumentado, con 86 lanzadas solo en el segundo trimestre, la tasa de éxito en las batallas en los consejos de administración ha disminuido. Los activistas consiguieron 74 puestos en los consejos de administración en el primer semestre, lo que supone un descenso con respecto a los 93 del mismo periodo del año pasado. En EE.UU., los activistas sólo ganaron el 11% de los puestos que pretendían, un descenso significativo respecto al 65% de la primera mitad de 2023.
A menudo, las empresas han convencido a los accionistas de que sus estrategias y liderazgo actuales son eficaces, lo que ha provocado derrotas de los candidatos activistas en las luchas por el poder. Entre las derrotas más destacadas figuran las de Trian Fund Management y Blackwells Capital en Disney (NYSE:DIS), y la de Ted Miller en Crown Castle.
A pesar del difícil entorno, algunos activistas veteranos han seguido asegurando posiciones. Elliott entró en el consejo de Crown Castle, y Carl Icahn obtuvo dos puestos en JetBlue (NASDAQ:JBLU). Los principales fondos de cobertura activistas obtuvieron 24 puestos en la primera mitad de 2024, ligeramente por debajo de los 29 puestos asegurados a lo largo de todo 2023.
El impulso al cambio ha sido especialmente fuerte en el sector tecnológico, con la entrada de Sachem Head Capital Management en el consejo de Twilio. Sin embargo, se observa un cambio notable: algunos inversores dirigen ahora su atención a las empresas industriales.
Esta mayor actividad se produce en medio de incertidumbres como el calendario de recortes de los tipos de interés, la agitación geopolítica y las próximas elecciones presidenciales en EE.UU., que podrían afectar a los regímenes reguladores. Estos factores pueden dar lugar a batallas más prolongadas y costosas entre los activistas y las empresas en el futuro.
Jim Rossman, responsable mundial de asesoramiento a accionistas de Barclays, señaló que los activistas podrían tener que ser más persistentes para lograr sus objetivos. "Estamos viendo más actividad, pero menos transacciones, lo que significa que los inversores activistas tendrán que atrincherarse y permanecer más tiempo", afirmó Rossman.
A pesar de la oleada de campañas, la rentabilidad de los inversores activistas ha sido plana durante los cinco primeros meses de 2024, tras una rentabilidad media del 18% el año pasado, según informa Hedge Fund Research. Esto puede haber animado a nuevos participantes a participar en el activismo corporativo, aunque las actuales tasas de éxito sugieren un panorama difícil por delante.
Reuters ha contribuido a este artículo.Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.