Por Jeb Blount y Guillermo Parra-Bernal
RÍO DE JANEIRO/SAO PAULO, 2 jun (Reuters) - El hombre que encabezó la transformación de Petrobras (NYSE:PBR) desde un monopolio petrolero estatal a una pujante sociedad pública-privada hace más de una década volvió a la jefatura de la empresa con otra tarea monumental.
Pedro Parente tiene mucho que arreglar. Desde que salió de Petrobras en 2003, se han perdido 200.000 millones de dólares de valor para los accionistas por la corrupción y la mala gestión, además se ha cargado a la empresa, antes conocida como Petróleo Brasileiro SA PETR4.SA , con una deuda de 130.000 millones de dólares.
Petrobras, que está en el centro del mayor escándalo de corrupción de Brasil, también enfrenta una investigación del Departamento de Justicia de Estados Unidos y demandas de inversores en Estados Unidos y Europa.
La producción de la compañía es mucho menor a la prevista, pese a inversiones de 300.000 millones de dólares desde 2003, porque los bajos precios del crudo han hecho que prometedores hallazgos resulten poco rentables de explotar.
Aquellos que han visto como en el pasado a Parente logró mejoras importantes en empresas dicen que su paciencia y profesionalismo ayudarán a encarrilar a Petrobras, que enfrenta la resistencia de sindicatos y de aliados políticos.
"No existe mejor persona para Petrobras en este momento: Parente conoce la empresa desde dentro", comentó Ricardo Lacerda, un ex jefe de banca de inversión para Latinoamérica en Goldman Sachs Group Inc (NYSE:GS) GS.N y Citigroup Inc (NYSE:C) C.N y que asesoró a Petrobras cuando Parente presidía el directorio.
Parente, de 63 años tiene una amplia experiencia solucionando problemas. Estudió ingeniería, pero se convirtió en banquero. En la década de 1990, ayudó a reestructurar la deuda de Brasil, permitiendo que la inversión extranjera volviera al país.
En 1999, el entonces presidente de Brasil Fernando Henrique Cardoso convirtió a Parente en su jefe de gabinete y su gestión durante la crisis eléctrica de 2001-2002 cimentó su reputación.
"Su manejo de la crisis fue nada menos que impresionante", opinó Mario Veiga, presidente de la consultoría PSR, en Río de Janeiro. "La gente estaba en pánico, nadie estaba a cargo y él manejó la situación rápidamente", añadió. (Reporte adicional de Gustavo Bonato en São Paulo; Editado en español por Patricio Abusleme)