En un hecho significativo para el sector farmacéutico, un juez de quiebras estadounidense ha aprobado el plan de reestructuración de Rite Aid. La aprobación, concedida el viernes en una vista judicial celebrada en Trenton (Nueva Jersey), permitirá a la cadena de farmacias reducir su deuda en 2.000 millones de dólares. La decisión del juez de quiebras estadounidense Michael Kaplan marca un punto de inflexión para la empresa, que ahora cederá el control a un grupo de sus acreedores.
El juez Kaplan destacó el papel fundamental de la reestructuración para evitar el cierre y la liquidación de la empresa. A través de su procedimiento de quiebra, Rite Aid ha tomado medidas sustanciales, incluido el cierre de numerosas tiendas y la venta de su negocio de gestión de beneficios farmacéuticos, Elixir. Estas medidas formaban parte de una estrategia más amplia de la empresa para hacer frente a sus problemas financieros y llegar a acuerdos con los acreedores.
Entre los acreedores se encuentran el socio de distribución de medicamentos de Rite Aid, McKesson, así como varios particulares y entidades gubernamentales que han presentado demandas contra la empresa en relación con la crisis de los opioides en Estados Unidos.
Rite Aid, que operaba más de 2.000 tiendas en el momento de su declaración de quiebra en octubre, ahora seguirá adelante con aproximadamente 1.300 locales. La reducción forma parte de los esfuerzos de la empresa por estabilizar sus operaciones y garantizar la viabilidad futura en el competitivo mercado de las farmacias. Con el plan de quiebra aprobado, Rite Aid pretende iniciar un nuevo capítulo con una carga de deuda significativamente reducida y una huella de tiendas más manejable.
Reuters ha contribuido a este artículo.Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.