(Se advierte de lenguaje repugnante en el texto)
Por Girish Gupta y Christian Veron
CARACAS, 9 mayo (Reuters) - Las protestas convocadas por la oposición venezolana para el miércoles podrían ser las más repugnantes de las que han ocurrido a diario desde hace seis semanas, pues los manifestantes se preparan para lanzar excrementos a las fuerzas de seguridad junto a las habituales piedras y bombas molotov.
La nueva táctica ha sido apodada "bombas puputov", en un juego de palabras que hace referencia al cóctel molotov, una bomba incendiaria que con frecuencia es usada en protestas callejeras en todo el mundo.
"Ellos con gas, nosotros con excremento", señala la convocatoria de "La Marcha de la Mierda", que circuló en las redes sociales y en grupos de WhatsApp de venezolanos.
En esos grupos se han vuelto virales los mensajes que dan instrucciones paso a paso y consejos sobre cómo preparar los cócteles Puputov. Algunos insisten en evitar envases de vidrio para asegurar que los proyectiles sólo humillen a las fuerzas de seguridad en lugar de lastimarlas.
Con la inflación más alta del mundo, escasez de alimentos básicos y medicamentos, Venezuela enfrenta una de sus crisis más profundas. Durante semanas, cientos de miles de personas se han lanzando a las calles enfurecidas a protestar contra el Gobierno del impopular presidente Nicolás Maduro.
La idea de lanzar excrementos, tanto de animales como humanos, ha sido criticada por algunos opositores que la consideran inadecuada por insalubre.
Muchos ven con recelo "La Marcha de la Mierda" ante el temor de enfermedades, o infecciones, en medio de una profunda escasez de medicamentos, así como el insuficiente suministro de jabones de uso personal y desinfectantes.
"Los muchachos salen solamente con piedras en las manos. Es su arma. Ahora tienen otra arma más: excremento", dijo un odontólogo de 51 años, mientras preparaba contenedores de heces fecales en su casa para que los manifestantes los lancen contra la policía y la Guardia Nacional. (Reporte de Girish Gupta y Christian Veron; editado en español por Hernán García)