La colaboración entre Estados Unidos y Japón para aumentar la producción de misiles de defensa antiaérea Patriot ha sufrido un importante retraso debido a la escasez de componentes cruciales fabricados por Boeing (NYSE:BA), según fuentes familiarizadas con el asunto. La empresa japonesa Mitsubishi Heavy Industries (TYO:7011) (MHI) tiene capacidad para duplicar su producción de misiles PAC-3 de 30 a unos 60 al año, pero esta expansión se ve obstaculizada por el suministro limitado de buscadores de misiles, esenciales para guiar los misiles en las fases finales de vuelo.
Estados Unidos pretende aumentar lo antes posible la producción mundial de misiles Patriot de unos 500 a más de 750 cada año. Sin embargo, la escasez de buscadores, que fabrica Boeing, supone un obstáculo para cualquier aumento de la producción en Japón. Fuentes internas del sector, que solicitaron el anonimato, indicaron que MHI podría tardar varios años en aumentar la producción debido a esta limitación.
Boeing ha iniciado la ampliación de su fábrica de buscadores en Estados Unidos para aumentar la producción en un 30%, pero las nuevas líneas no estarán operativas hasta 2027. Lockheed Martin (NYSE:LMT), contratista principal de los misiles, también está trabajando para aumentar su producción estadounidense de interceptores Patriot de 500 a 650 para 2027, y cada interceptor costará unos 4 millones de dólares.
Aunque el gobierno japonés ha prometido apoyo financiero a las empresas de defensa que deseen ampliar su producción, estas subvenciones se limitan a los equipos para las Fuerzas de Autodefensa de Japón y no cubren las exportaciones. Esto implica que MHI o Estados Unidos tendrían que financiar la construcción de una nueva fábrica de PAC-3, lo que podría requerir una inversión de decenas de millones de dólares o más.
El cuello de botella de la producción en Japón subraya las dificultades a las que se enfrenta Estados Unidos para integrar el apoyo industrial de sus aliados globales en sus intrincadas cadenas de suministro. Un contrato de 4.500 millones de dólares firmado en junio con el Ejército estadounidense, principal cliente del sistema Patriot, significa el inicio de un aumento de la producción tanto de misiles como de buscadores.
Se espera que los ministros de Asuntos Exteriores y de Defensa de Japón y Estados Unidos debatan la profundización de la cooperación industrial en materia de defensa en una reunión que se celebrará este mes en Tokio. El proyecto de misiles Patriot se considera un elemento crucial de esta colaboración.
La urgencia de abordar los problemas de la cadena de suministro se ha visto subrayada por el actual conflicto en Ucrania, donde la demanda de sistemas de defensa antiaérea sigue siendo elevada. Esta necesidad se puso trágicamente de manifiesto cuando un misil ruso alcanzó un hospital infantil en julio, causando al menos 41 víctimas civiles.
En diciembre de 2023, Japón flexibilizó sus normas de exportación militar, lo que le permitió ayudar a reponer las existencias de misiles Patriot estadounidenses, que se han utilizado para ayudar a Ucrania. El embajador de Estados Unidos en Japón, Rahm Emanuel, ha abogado por estrechar los lazos militares-industriales con Japón para aliviar la presión sobre los contratistas de defensa estadounidenses. Tras el acuerdo alcanzado en abril para profundizar la cooperación en la industria de defensa entre el presidente estadounidense, Joe Biden, y el primer ministro japonés, Fumio Kishida, Emanuel ha hecho hincapié en la importancia de reforzar el complejo militar-industrial estadounidense, que considera una vulnerabilidad revelada por los conflictos en Ucrania y Oriente Medio.
Reuters ha contribuido a este artículo.Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.