Investing.com.- Volskwagen ha celebrado hoy una reunión en su sede, ocasión que ha aprovechado su consejero delegado, Matthias Mueller, para afirmar que la compañía retrasará o cancelará proyectos no estratégicos obligados por la presión a la que se están viendo sometidos recientemente por el escándalo de las emisiones diesel.
Según un comunicado emitido con posterioridad, Mueller ha asegurado que revisarán todas las inversiones y que lo que no sea esencial no se llevará a cabo. No en vano, podrían tener que destinar aproximadamente 11.000 millones de dólares para reparar todos los coches que han sido manipulados, además de las multas y los daños legales a los que podrían tener que hacer frente. Una situación que, ha añadido, no estará exenta de dolor, y que pone en duda la continuidad de la actual plantilla.