A finales de diciembre, el Banco de la Reserva Federal de Dallas publicó los resultados de su encuesta energética del cuarto trimestre, que incluía datos recogidos entre el 8 y el 16 de diciembre de 90 empresas de exploración y producción y 40 empresas de servicios petroleros.
A continuación exponemos algunos datos de la encuesta y lo que implican para el futuro de la producción y los precios del petróleo en Estados Unidos.
1. Se disparan los costes de producción
Éste ha sido el tercer trimestre consecutivo en el que los costes de producción se han disparado. Sin embargo, cabe destacar que el ritmo de aumento del cuarto trimestre fue el más rápido en los cinco años que lleva realizándose la encuesta.
Las empresas informaron de un aumento de los costes en todos los ámbitos, incluidos la exploración y el desarrollo, los gastos de explotación de los arrendamientos y el personal. De hecho, el aumento de los costes ocupó un lugar destacado en la sección de comentarios, ya que los ejecutivos prevén que los problemas de suministros y la inflación lastrarán la perforación y la terminación de pozos en 2022. Los ejecutivos también mencionan la escasez de mano de obra y las dificultades para encontrar empleados cualificados como factores que limitan la producción.
La inflación claramente desempeña un papel importante en el aumento de los costes de producción de petróleo y estos costes probablemente se trasladarán a los consumidores. Aunque los gastos no sigan aumentando, es probable que sigan siendo elevados y contribuyan a mantener limitados los precios del petróleo. También es probable que el aumento de los costes frene el crecimiento de la producción en 2022.
2. Previsiones de precios ligeramente al alza
132 ejecutivos han facilitado sus previsiones de precios del WTI para finales de 2022. La previsión media habla de 74,69 dólares por barril. El 74% de los encuestados cree que los precios del WTI se situarán entre 70 y 85 dólares a finales de 2022.
Sin embargo, las empresas informan de que, al planificar los gastos de capital para 2022, basaron sus planes en un precio medio del WTI de sólo 64 dólares por barril. Estas previsiones de precios son menos optimistas que las de muchos de los principales bancos, como Goldman Sachs (NYSE:GS), Citibank y Morgan Stanley (NYSE:MS), que prevén que los precios suban hasta un rango de 80-90 dólares en 2022.
Es importante entender estas previsiones de precios en el contexto adecuado. Recientemente, la tendencia ha sido que los bancos sobreestimen los precios del petróleo mientras que las empresas petroleras estadounidenses han tendido a subestimarlos. Por ejemplo, quienes respondieron a la encuesta del tercer trimestre (realizada del 15 al 23 de septiembre de 2021, cuando el precio al contado rondaba los 72 dólares por barril), situaron el precio medio del WTI a finales de 2021 en 69,99 dólares por barril.
De hecho, el precio del WTI el 30 de diciembre de 2021 acabó siendo de 76,99 dólares por barril. Por otra parte, en octubre, muchos de los grandes bancos creían que el precio del Brent alcanzaría los 90 dólares por barril en diciembre de 2021. Obviamente no fue así, y esos bancos resultaron ser demasiado optimistas.
Es posible que las empresas petroleras, especialmente las estadounidenses, tiendan a subestimar los precios futuros porque su experiencia más reciente ha sido de precios extremadamente bajos. Muchas empresas han quedado traumatizadas por el largo periodo de precios deprimidos que comenzó en 2015 y se vieron especialmente afectadas por el colapso total del WTI en la primavera de 2020.
Como resultado, es probable que las empresas estén siendo extraconservadoras y subinvirtiendo en gastos de capital teniendo en cuenta hasta qué punto es probable que caigan los precios del petróleo en 2022.
3. El crecimiento de la producción es una prioridad, especialmente para las pequeñas empresas
A pesar del aumento de los costes, de la escasez de mano de obra, de la incertidumbre en torno a la normativa y de la falta de capital de las instituciones financieras, casi el 50% de las empresas consideran que el crecimiento de la producción es su principal prioridad de cara a 2022. Sin embargo, esto no significa que los traders deban dar por hechos grandes aumentos de la producción total de Estados Unidos en 2022.
Una abrumadora cantidad de empresas pequeñas (definidas por la encuesta como las que producen menos de 10.000 barriles al día) citaron el crecimiento de la producción como su principal objetivo, mientras que las grandes empresas (definidas como las que producen más de 10.000 barriles al día) se inclinaron más por la reducción de la deuda como su principal prioridad para 2022. Dado que estas empresas son tan pequeñas, aunque dupliquen su capacidad de producción en 2022, es poco probable que esa cantidad tenga un impacto significativo en el panorama general de la producción estadounidense en 2022.