Análisis realizado al cierre del mercado estadounidense por Kathy Lien, directora general de Estrategia FX en BK Asset Management.
Entre los anuncios sobre la política monetaria del Banco de la Reserva de Australia y del de Nueva Zelanda, el PMI Ivey de Canadá y los informes sobre empleo, esta es una semana muy importante para las divisas vinculadas a las materias primas. El AUD, el CAD y el NZD han ofrecido una buena actuación gracias a una serie de factores. La divisa que mejor actuación ha ofrecido ha sido el dólar australiano, que ha subido más de un 1% con respecto al billete verde después de que la Reserva Federal mantuviera sus tipos inalterados e indicara que no va a implementar más medidas de relajación en un futuro próximo. Mientras que el Banco de la Reserva de Australia ha considerado que el avance de su divisa es una complicación de cara a la inflación y a la economía, creen que el actual nivel de política monetaria es coherente (nosotros interpretamos eso como “suficiente”) para alcanzar un crecimiento sostenible y situar el IPC de nuevo en el nivel que tienen marcado como objetivo. El par AUD/USD parece encaminarse hacia los 75 centavos pero primero tiene que superar el EMA de 50 días, próximo a 0,7275. El dólar neozelandés también ha ofrecido una muy buena actuación a la espera del anuncio sobre política monetaria del Banco de la Reserva de Nueva Zelanda de este jueves. Los datos de la nación han sido considerablemente mejores de lo previsto, lo que ha contribuido a que el NZD/USD se sitúe casi en 70 centavos.
El dólar canadiense ha ampliado ganancias a pesar del extremadamente negativo informe del PMI Ivey. La actividad del sector manufacturero ha disminuido a su ritmo más rápido desde enero de 2015 aunque los traders han preferido centrar su atención en el petróleo, que ha registrado nuevos máximos de lo que va de año en más de 50 USD por barril.
Tras marcar nuevos mínimos de un mes, hemos visto descender el USD/CAD hasta el nivel de soporte del 1,26. Aparte del Banco de la Reserva de Australia y la subida de los precios del petróleo, las divisas vinculadas a las materias primas también se han beneficiado de la subida de los valores, el aumento del interés por el riesgo y el continuo debilitamiento del dólar pero, para que continúen los repuntes, los datos de China que se publican esta noche tienen que ser buenos. China publicará los datos sobre su balanza comercial y se espera que el superávit se amplíe pero las importaciones y las exportaciones podrían descender más y estas cifras serían tan relevantes para las divisas vinculadas a las materias primas como el informe en sí.
El dólar estadounidense ha reanudado su caída con respecto a las demás monedas principales aunque sus pérdidas frente al euro han sido limitadas. Pasada ya la comparecencia de Yellen, ya no hay más informes económicos relevantes de Estados Unidos pendientes de publicación esta semana, así que el descenso del rendimiento de los bonos, los máximos de 2016 registrados por el S&P 500 y la disminución de las expectativas de que la subida de los tipos de interés se materialice en julio han alimentado la consiguiente venta masiva. El tono a la hora de las operaciones ha sido establecido y, con pocos datos pendientes de publicación, creemos que se mantendrán las actuales tendencias aunque a un menor ritmo. El USD/JPY ha encontrado cierto respaldo por encima del nivel de 107 pero la tendencia bajista va a mantenerse intacta siempre que el par se mantenga por debajo del 108.
Mientras, la mala actuación del euro no ha tenido nada que ver con los últimos informes económicos. El PIB del primer trimestre de la eurozona se ha revisado al alza y la producción industrial alemana ha aumentado más de lo previsto. El BCE va a implementar más estímulos en la zona euro en las próximas semanas; mañana comienza la adquisición de bonos corporativos y su nueva operación específica de refinanciación a largo plazo (TLTRO por sus siglas inglés) comienza el 22 de junio. Las previsiones en cuanto a la implementación de más estímulos no se han limitado únicamente al hacer que se dispare el EUR/USD sino que también ha provocado el debilitamiento del euro con respecto a las demás monedas principales, incluidas la libra y los dólares vinculados a las materias primas.
Pero el auténtico viaje en montaña rusa se lo ha dado la libra, que ha subido casi 200 pips en cuestión de minutos durante la jornada de negociación en Asia, para después revertir casi todas sus ganancias antes de la apertura en Europa.
Luego, remontó a la apertura en Londres y volvió a desplomarse durante la jornada en Estados Unidos. La gran subida se ha atribuido a una metedura de pata con las cifras durante un momento de escasa liquidez.
Sólo se han publicado dos informes en el Reino Unido durante la sesión estadounidense: el índice de ventas minoristas del Consorcio de Minoristas Británicos y los precios de la vivienda de Halifax ‒ambos mejores de lo previsto‒ aunque las encuestas sobre el denominado Brexit (salida del Reino Unido de la Unión Europea) acaparan la atención esta semana. Según nuestro colega Boris Schlossberg:
“YouGov otorga una clara ventaja al voto a favor de permanecer en la Unión Europea y la web Betfair estima que hay un 72% de probabilidades de que la nación permanezca en el grupo. Esto contrastaba con una serie de encuestas realizadas a principios de la semana que indicaban que la campaña a favor de abandonar la Unión Europea estaba ganando fuelle”.
Aunque la volatilidad del día a día que muestra la libra ha sido relevante, el par sigue confinado en un rango de negociación muy limitado entre el 1,43 y el 1,48.