Sombríos datos económicos, incluyendo datos de la zona euro que apuntan a una lenta recuperación, frenaban el avance de las bolsas globales.
La pérdida de impulso se produjo tras nuevas cifras que apuntaron a un panorama económico débil. Los índices de gerentes de compras de Alemania y Francia mostraron cifras menores a las previstas, como también pasó en la zona euro a nivel general, mostrando una pérdida de impulso en la recuperación.
Analistas apuntaron a un número creciente de contagios como el factor que frenó la actividad económica. El jueves, Francia registró números récord en los nuevos contagios tras los confinamientos y cierres, mientras que varios países de la región impusieron nuevas restricciones a los viajes.
En Estados Unidos, la cifra de pedidos iniciales de ayuda por desempleo volvió a ubicarse sobre 1 millón la semana pasada y el índice de negocios de la Reserva Federal de Filadelfia incumplió expectativas.
El índice dólar subía un 0,8%, camino a dar fin a una racha perdedora de nueve semanas seguidas. El euro profundizaba sus pérdidas y caía hasta un 0,8%, a 1,1768 dólares, mínimo en casi 10 días.
Técnicamente, el índice global de acciones ACWI viene mostrando signos de agotamiento desde los máximos de junio, con una fuerte caída en volumen de compra y con el indicador de fuerza relativa RSI operando a la baja, con signos claros de divergencia bajista entre precio, volumen y fuerza.
Una divergencia bajista se producen cuando los precios marcan nuevos máximos en tendencia alcista, mientras que el indicador técnico RSI se mueve en tendencia bajista con máximos menores. La misma relación se puede encontrar entre precio y volumen.
A la baja, el próximo piso técnico de importancia se encuentra definido por la media móvil simple de 50 días, por lo que una caída por debajo de dicho nivel debería confirmar el cambio de tendencia a la baja de corto plazo.
Al alza, la principal barrera técnica se encuentra definida por los máximos de febrero previo a la corrección del covid-19.
Por el momento, se recomienda reducir la exposición en renta variable global a la espera de un ajuste para volver a entrar a mejores valorizaciones.