• Esperamos un crecimiento del PIB de 1.7%, la recuperación llegaría en 2023.
• Nuestro pronóstico de inflación es de 7.3% anual, siguen los riesgos al alza.
• El tipo de cambio se ubicaría en $21.30 al cierre de año.
Inflación y crecimiento, los principales desafíos
El mundo en 2022 enfrenta una amplia variedad de riesgos en materia económica, desde la elevada inflación hasta la incertidumbre en la continuidad del camino del crecimiento y la amenaza de una crisis alimentaria provocada por la guerra en Europa del Este. Para nuestro país, la coyuntura luce particularmente retadora, pues consideramos que la inflación se mantendrá elevada durante los próximos meses hasta alcanzar un nivel de 7.3% al cierre de año. Aunado a ello, el acelerado ritmo de crecimiento en los precios supondrá un desafío importante para la reactivación económica, por lo que las presiones a la baja seguirán estando presentes e incidirán en una variación cercana al +1.7% para el PIB, planteando así una disyuntiva para las autoridades que tendrán que establecer prioridades en la agenda.
A nivel internacional, la recuperación se ha consolidado
A inicios de este año, la narrativa de la economía global ha dado un giro, pues las preocupaciones relacionadas a las grandes brechas en la actividad y los mercados laborales que dejó el Covid-19 ya no ocupan el centro de la atención. Conforme a las estimaciones más recientes del Fondo Monetario Internacional, que ya incorporan algunas de las consecuencias de la invasión rusa a Ucrania, se espera que, para finales de 2022, 15 de las principales 20 economías del mundo hayan superado ya sus niveles de PIB precrisis. Asimismo, más de la mitad de este grupo habría acumulado un crecimiento superior a 5.0% frente a dicha referencia, lo que refleja la velocidad con la que se ha recuperado buena parte del mundo.
El rezago se concentra en sectores como la construcción y algunos servicios
Como lo hemos mencionado en diversas ocasiones, desde nuestra perspectiva, este patrón en la economía local no responde a una debacle generalizada sino a condiciones especificas que han limitado la reactivación de ciertos elementos. En concreto, la “crisis mexicana” se concentra principalmente en los sectores de la construcción, los servicios profesionales y los turísticos, que presentan rezagos de más de 10% frente a sus niveles de 2019.