Me cansé de advertir sobre los riesgos de invertir en bonos hoy (dejemos de lado por el momento a los bonos argentinos que ya están en el sótano, aunque podrían seguir cayendo).
En los últimos días, los precios empezaron a caer con fuerza y esto podría ser sólo el comienzo de un derrumbe mayor. Cuidado: si tienen bonos en sus portafolios tienen altas probabilidades de sufrir enormes pérdidas. Si todavía no salieron, esta puede ser su última oportunidad.
Las tasas de interés negativas y en cero en todo el mundo destruyeron el mercado de renta fija. Sin embargo, muchos inversores siguen aferrados a estas inversiones con la esperanza de cobrar una renta de manera periódica.
Veamos lo que pasó en los últimos días.
Acá abajo vemos la evolución del ETF LQD, que es un fondo de bonos “Grado de Inversión” que cotiza en la bolsa de EEUU:
En lo que va de 2021, este fondo está -3%. Para que tengan una idea, el ETF LQD rinde 1,93% anual, por lo que con esta caída perdieron el rendimiento de casi un año y medio.
Y si vemos el ETF TLT de bonos del Tesoro con vencimientos mayores a 20 años, la situación es mucho peor: está -9% en lo que va del año.
Este fondo tiene un rendimiento de 1,56% anual, por lo que aquí la caída representa el rendimiento de 5,77 años. Dicho de otra manera, van a tener que mantener este ETF casi 6 años para recuperar lo que perdieron en los 40 días que llevamos de 2021. Y eso si no sigue cayendo el precio.
¿Por qué empezaron a caer los bonos?
Porque han aumentado mucho las expectativas de inflación en EEUU. Y esto hizo que las tasas de interés se disparen.
Por primera vez desde febrero de 2020, la tasa de interés del bono de 10 años del Tesoro americano subió por encima de 1.3%, la semana pasada. Y el bono a 30 años también tuvo su mayor suba en un año (está ahora en 2,1%).
Acá abajo vemos la evolución de la tasa de 10 años, con una clara tendencia alcista:
Y acá abajo la de 30 años:
La suba de las tasas de interés genera graves consecuencias para el gobierno de EEUU, que tiene una deuda cada vez mayor y un déficit monstruoso que debe financiar con más deuda. Tasas más altas significan mayores costos de financiación.
Sería esperable que si siguen subiendo en algún momento la Reserva Federal salga a comprar bonos para intentar controlar los rendimientos de los bonos. Este es el argumento de muchos que tienen bonos.
Sin embargo, el problema es que si efectivamente vemos un aumento en la inflación este intento de mantener las tasas bajas artificialmente podría terminar muy mal, con una peligrosa espiral inflacionaria. Esto también será muy negativo para los bonos.
Por eso, sea que haya intervención o no, el panorama es muy malo para invertir en renta fija. Lo peor de todo, es que se trata de un mercado que no está organizado. No es lo mismo que operar acciones. Si vemos una venta masiva de bonos como en marzo de 2020 quienes tienen bonos no van a poder salir porque simplemente no habrá nadie del otro lado dispuesto a comprar esos títulos.
Lo digo por última vez: salgan de los fondos de bonos antes que sea demasiado tarde.