Las noticias que llegaron de la situación laboral de la primera economía del mundo que conocimos el pasado viernes, fueron bien recibidas por casi todos los sectores de los mercados bursátiles a nivel mundial. El consenso se ubicaba en que la economía americana fuera capaz de crear 181 mil empleos, no obstante los numeros sorprendieron en el que quizá fue el dato mas desviado del año. Finalmente, en el mes de octubre, en Estados Unidos se crearon la sorprendente cantidad de 271 mil empleos, lejísimos del estimado. Ahora todo parece indicar que un incremento en los tipos de interés en la FOMC de diciembre es "justa y necesaria", y el mercado estará a la espera de la misma. La eventual valorización del dólar puede darle dirección al mercado de divisas, además, los mercados accionarios intentarán exprimir el que parece ser el ultimo jugo que le queda a los "ZIRP" (zero interest rate policy).
El US Dollar Index marcó maximos del semestre en la zona de 99,4 luego del dato de empleo, lo que hizo además que el dólar tuviera un gran desempeño frente a la mayoría de monedas a nivel mundial. Todo parece indicar que el camino a seguir durante el proximo mes para la moneda del norte de américa será alcista. El dólar tiene por sí mismo la capacidad de buscar los máximos del año cerca a los 101 puntos. Pero como si lo anterior fuera poco, la mayoría de monedas a nivel mundial llevan a espaldas cargas devaluativas. El euro, la libra, el franco, y el yen son monedas pertenecientes a bancos centrales que la han visto difícil a la hora de lograr incrementar los niveles de inflación de sus respectivas economías. La táctica más utilizada por los respectivos Directores de los bancos centrales a lo largo del año ha sido la clásica jugada de acudir a programas de devaluación de sus monedas para lograr mover sus economías. En otras palabras, EUR/USD, GBP/USD, USD/JPY son paridades en las que medimos monedas fundamentalmente devaluadas, victimas de la ralentización de la economía mundial frente a la primera potencia económica, que ha sabido salir de la crisis de hace casi una década, y que en términos generales será sin ninguna duda la Fed el primer banco central que tomará la decisión de incrementar las tasas de interés. En pocas palabras, la ecuación es simple, el dólar es una moneda con demasiado potencial alcista al corto plazo. Podría hacer un retroceso técnico a la figura de 98, para luego continuar con la tendencia.
El dato de desempleo del pasado viernes, podría servir además para también darle dirección al mercado de materias primas. El crudo, el más importante, rompió a la baja un soporte en la zona de 45.90, y la fuerza con la que lo hizo hace pensar que amenazara el siguiente soporte, ubicado en 44 dólares por barril. Adicionalmente, la vela correspondiente al cierre del pasado viernes, corresponde a lo que se conoce como un "dark cloud cover", uno de los patrones más bajistas. El panorama para el oro es muy similar. Aunque antes del dato tenía ya una tendencia bajista fuerte, el dato también sirvió para que el activo rompiera un soporte en la zona de 1100 dólares. La gráfica semanal y mensual muestran que el futuro del oro no es muy alentador. La vela mensual que corresponde a noviembre a falta de 3 semanas para el cierre, es un "engulfing", quizá la formación más poderosa de velas japonesas. El metal precioso parece que probará los mínimos del año aproximadamente en 1070 dólares por onza. Este nivel soportó bien la caída que había tenido el activo hace un par de meses. No obstante, en esta ocasión parece tener muchísima más fuerza bajista que, lo que puede amenazar dicha zona.
Como es lógico, las monedas dependientes de las materias primas son las que más presión tienen a cuestas de cara a lo que resta del año. El dólar australiano, el dólar neozelandés y el dólar canadiense, además de la mayoría de monedas latinoamericanas por su dependencia del crudo se enfrentarán a eventuales perdidas frente al dólar americano. Estas monedas son las que enfrentan la peor coyuntura. En su mayoría, la caída de la cotización de los precios internacionales de materias primas han generado que en sus respectivas economías se produjera una general desaceleración, lo que hace que los bancos centrales opten por devaluar sus respectivas monedas. Como lo vimos en la declaración de política monetaria del RBA, banco central de Australia, han recortado sus perspectivas de inflación, lo que le da incluso más impulso bajista a la moneda, ya que se podría ver traducido en eventuales devaluaciones por parte del banco central. Y eso es solo un ejemplo de lo que podría pasar en el corto plazo con éste tipo de monedas sensibles de las materias primas.
El mercado accionario, por su parte, ha tenido durante el último mes y medio aproximadamente su mejor desempeño del año. Como lo mencioné, los inversionistas buscarán "sacarle el jugo" a los bajos tipos de interés hasta el última día que sea posible. Por lo cual, en mi opinión, esperaría que los índices americanos tengan cuanto menos días tranquilos de aquí a la reunión de diciembre de la Fed. Además porque muchas de sus empresas encuentran en el último trismestre del año muy buenos meses al ser quizá la época de mayor consumo en la economía americana. Las empresas del sector consumo, tecnología, y servicios suelen encontrar en las épocas de noviembre y diciembre sus mejores meses de desempeño. Actualmente, el Dow se encuentra en una zona clave en 17750 apróximadamente. Estos precios fueron anteriormente un soporte del activo, el cual rompió a la baja promediando agosto. Habrá que ver cómo toma el mercado accionario un posible incremento de tasas en diciembre. En mi opinión, la Fed, en caso de incrementar tasas, lo hará en no más de 25 puntos básicos, y allí se afincará durante otros buenos meses, lo cual es sano para todos los mercados, y la economía en general, y así lo podría ver Wall St. ya que las tasas de referencia siguen siendo muy bajas.