Durante 2018 y 2019, el índice Dólar ha venido conformando un movimiento direccional alcista, con el que ha logrado colocarse en los límites superiores del canal bajista primario. Previamente, entre los años de 2016 y 2017, el DXY conformó un patrón de consolidación alcista de tipo Plano irregular (ola-4), que corresponde con un proceso de ajuste correctivo (ola-IV) para recuperar fuerza y continuar extendiendo el movimiento Alcista de Largo Plazo. A finales de 2019, el dólar experimentó un movimiento bajista que podría buscar validar soporte sobre su promedio de 200 semanas, y con el que podría concluir el proceso de lateralidad que habría iniciado en agosto de 2018 (ola-2). Cabe señalar, que las probabilidades favorecerán el sesgo alcista en tanto se mantenga por arriba de 96.00 dólares y/o de su promedio de 200 semanas.
Desde el año 2008, el índice Dólar ha venido desarrollando un movimiento direccional alcista, que consideramos seguirá extendiéndose durante los próximos 2 años (2020 -2021). Con la baja registrada entre 2016 y 2017, el índice validó soporte sobre su media de 200 meses, coincidiendo con el nivel de resistencia del máximo establecido entre los años 2009 y 2010. Por lo tanto, consideramos que en el año 2018 habría iniciado un nuevo proceso alcista que eventualmente romperá por arriba del máximo registrado en enero de 2017 ($103.82). De validarse dicha hipótesis, el índice se colocaría por lo menos en el Fibonacci-78.6 ($110.25) de la baja registrada entre 2001 y 2008 ($121.02-$70.70), aunque más probablemente que fuera en el Fibonacci-88.6% ($115.24). Cabe señalar, que las probabilidades favorecerán el sesgo alcista en tanto se mantenga dentro de los parámetros del canal alcista primario y/o por arriba de los 92.00 dólares.