Después de que ayer el peso mexicano reaccionó de forma positiva al anuncio de la FED de que no contempla alzas en su tasa de interés de fondeo por lo menos hasta después de 2023 apreciándose a $20.95 spot, hoy los operadores se la toman con un poco más de calma a la hora de analizar lo comentado ayer por la autoridad estadounidense y la moneda se presiona hacia $21.10 por tres razones: falta de medidas concretas por parte del banco central estadounidense, un rebote generalizado del dólar ante las nuevas expectativas de la FED de una contracción económica para el 2020 menor a lo pronosticado en junio y los comentarios de Powell sobre la incertidumbre en torno a las perspectivas económicas. Por el resto del día, el tipo de cambio podría fluctuar entre $20.96 y $21.15 (el euro entre $1.178 y $1.183). A pesar de esta ligera presión, consideramos que la tendencia en el corto plazo sigue siendo de apreciación del peso.
Por su parte, las principales bolsas en el mundo operan también en terreno negativo, lideradas por las correcciones del sector tecnológico en los mercados de EUA luego de que el presidente estadounidense, Donald Trump, advirtió a la compañía china ByteDance que no debería mantener el control de las operaciones en Estados Unidos de la red social TikTok.
Ayer, concluyó la reunión de política monetaria de la FED, sin grandes sorpresas. El banco central decidió mantener sin cambios las tasas de interés en el rango de 0.0% - 0.25% y de acuerdo a los integrantes del Comité podría seguir así pasado 2023 (por lo menos 3 años). El comunicado de prensa reflejó el nuevo marco de políticas a largo plazo del banco central anunciado a finales de agosto en la conferencia de política anual de Jackson Hole, al decidir mantener una política monetaria acomodaticia hasta que las condiciones del mercado laboral hayan alcanzado niveles consistentes con el mandato del comité de alcanzar el máximo empleo y la inflación se ubique en 2% y esté en camino de exceder esa tasa por algún tiempo.
En las previsiones económicas remitidas junto al comunicado, la FED apunta a que la inflación no alcanzará el 2% sino hasta 2023. Apunta además a una contracción de la economía estadounidense del 3.7% en 2020 (caída menor a la estimación previa que era de -6.5%) y un rebote de 4.0% en 2021 (menor a la expansión de 5.0% pronosticada en junio).
Decidieron mantener su compra de emergencia de bonos por 120 mil millones de dólares (80 mil del tesoro y 40 de privados e hipotecas) que implementaron en marzo pasado, pero no anunciaron nuevas compras por el momento. Como es una costumbre, los inversionistas están ávidos de mayores estímulos monetarios, por lo que la ausencia de medidas más inmediatas ha terminado por decepcionar un poco. Al menos esperaban que los anuncios de la FED vinieran acompañados de novedades en el programa de compras de activos
Por otro lado, el Banco de Japón también mantuvo su política monetaria estable y mejoró ligeramente su opinión sobre la economía, sugiriendo que no es necesaria una expansión inmediata de los estímulos para combatir la pandemia. Algo parecido sucedió con el Banco de Inglaterra donde no hubo ajustes a su política monetaria, pero se intensificó la discusión sobre el tema de establecer tasas de interés negativas.
Por su parte, hay algunos indicios de que podría haber avances en un acuerdo para un paquete de estímulos económicos y fiscales en EUA. El presidente Trump declaró ayer que está abierto a negociar una propuesta bipartidista que ofrece compromisos por US$1.5 billones de un grupo. Los comentarios del presidente fueron bien recibidos por la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, quien antes había calificado el paquete de insuficiente. El mayor escollo podría ser ganar el apoyo de los legisladores republicanos, ya que muchos han expresado oposición ya que contempla una cantidad mayor al billón de pesos propuesto por ellos.
En materia económica, las solicitudes iniciales de desempleo en EUA continúan bajando al registrar la semana pasada 860 mil, 33 mil menos que la cifra anterior, aunque ligeramente por arriba de lo pronosticado (850 mil). Por otro lado, después de las fuertes subidas en julio, sorpresivamente los permisos e inicios de construcción de casas registraron caídas en agosto.
Además, en línea con lo esperado la tasa anual de inflación al consumidor se mantiene en territorio negativo en -0.2% (+0.4% la subyacente). Si la inflación subyacente sigue cayendo, se elevará la presión ejercida sobre el Banco Central Europeo para que amplíe su apoyo monetario.
