Análisis realizado al cierre del mercado estadounidense por Kathy Lien, directora general de Estrategia FX en BK Asset Management.
Desde principios de este año, el dólar australiano ha sido una de las divisas que peor se han comportado. Hoy, el AUD/USD ha ampliado sus pérdidas en más de un 1%, de modo que ahora ascienden a un 14%, nuevos mínimos de este año. El descenso ha sido importante pues el dólar australiano se ha situado este mes en niveles considerablemente inferiores a los del pasado enero con respecto al franco suizo, el yen japonés, la libra esterlina y el euro.
Por desgracia para los australianos, la falta de interés por su divisa tiene más que ver con factores externos que con factores nacionales. La fuente principal de este debilitamiento proviene de China, el socio comercial más importante de la nación. No sólo es que el crecimiento de la mayor economía de Asia se haya ralentizado, sino que la devaluación observada en agosto reduce el poder adquisitivo de empresas e inversores chinos. Esto tiene un impacto directo sobre los aspectos clave de la economía australiana, incluidos la industria de la minería y el mercado inmobiliario.
El dólar australiano se ha situado hoy por debajo de los 70 centavos debido a la persistente ralentización de la actividad del sector manufacturero chino. La encuesta del sector privado de Caixin indicó anoche que la actividad manufacturera se ha reducido a su ritmo más rápido desde marzo de 2009. Si las empresas chinas operan a menor ritmo, producirán mucha menos demanda de recursos procedentes de Australia. En consecuencia, los precios de las materias primas han caído y el descenso del 3,6% del cobre ha contribuido a la caída de la divisa. Sólo en los cuatro últimos días, los precios del cobre han descendido un 8%. El tercer factor que ha contribuido a que el dólar australiano se sitúe por debajo de los 70 centavos ha venido dado por la actividad del dólar estadounidense. Los inversores vuelven a confiar en el billete verde pues creen que aún es posible que la Reserva Federal suba los tipos de interés este año.
El dólar estadounidense ha ganado posiciones con respecto a las demás monedas principales excepto el euro. El aumento de las concesiones de hipotecas y la estabilidad de la actividad del sector manufacturero han reafirmado las previsiones del mercado sobre la divisa. El reciente descenso observado en las encuestas de la Fed de Richmond, el Empire State y la Fed de Filadelfia indicaba que era posible que el informe nacional sorprendiera a la baja.
Sin embargo, en vez de descender, el PMI de Markit sobre el sector manufacturero de Estados Unidos se ha mantenido estable en 53 puntos. El rendimiento de los bonos estadounidenses también ha aumentado; la coincidencia de la caída de los mercados de la nación, la subida del dólar y los bonos confirma que las expectativas sobre la subida de los tipos de interés han contribuido a respaldar el billete verde.
El euro ha torturado hoy tanto a alcistas como a bajistas. A pesar del descenso de los PMIs de Alemania y de la zona euro, el euro ha ganado posiciones por primera vez en cuatro días, haciendo que los inversores se pregunten si ha llegado a su tope a corto plazo. La atención se ha centrado hoy en las declaraciones de Mario Draghi y, aunque ha confirmado los comentarios de sus colegas, afirmado que podrían ampliar el programa de expansión cuantitativa si fuera necesario, el euro ha respondido positivamente porque el tono del presidente del BCE ha sido algo más optimista acerca de las previsiones económicas. Concretamente, Draghi prevé que la inflación va a subir hacia finales de año y ha indicado que es demasiado pronto para adelantar si este último debilitamiento va a durar. Más tarde, Jens Weidmann, miembro del BCE, ha descrito la recuperación de la zona euro como s, dejando ver que podría no apoyar la implementación de más medidas de estímulo. Nosotros esperábamos un descenso del EUR/USD que no se ha materializado en las declaraciones de Draghi pero, si el par de divisas vuelve a aproximarse al 1,13, lo consideraríamos una oportunidad perfecta para renovar las posiciones cortas.
La libra esterlina también se ha visto hoy muy zarandeada. La velocidad con la que esto ha ocurrido nos ha sorprendido en vista del apoyo mostrado en las declaraciones de los responsables de la política monetaria del Reino Unido. Esta tarde, Ben Broadbent, del Banco de Inglaterra, ha declarado que cree que se producirá una mejora de los factores que lastran los salarios británicos, lo cual coincide con la opinión de otros responsables de política monetaria, que creen que la subida de los salarios supone un gran problema para la economía, cuya resolución podría requerir un ajuste de la política monetaria. En el escaso transcurso de las últimas jornadas de negociación, el par GBP/USD ha perdido más de 400 pips pasando de máximos a mínimos, y no va a encontrar un soporte hasta situarse en el nivel de 1,5164, mínimos de septiembre.
El par USD/CAD ha registrado máximos de 11 años tras la caída de los precios del petróleo y la decepción de los últimos datos. Las ventas minoristas de Canadá aumentaron en julio un 0,5%, por debajo de las expectativas de los mercados. Esta decepción no habría sido tan negativa si las ventas minoristas excluyendo las de los automóviles no se hubieran estancado. El consumo registrado en junio también se revisó a la baja y los precios del petróleo han caído un 4%, contribuyendo a la presión a que se ve sometida la divisa.
El dólar neozelandés se ha subido al carro de las pérdidas. No se han publicado datos económicos pero esta noche se publicará el dato sobre la balanza comercial de la nación. Se espera que el descenso de los precios de la lactosa producido a principios de agosto provoque una ampliación del déficit comercial, lo que podría desembocar en un aumento de las pérdidas del dólar neozelandés.
Los mercados de Japón reanudarán la actividad esta noche con la publicación del informe sobre el PMI de su sector manufacturero. Todo apunta a que la actividad se ralentice, pues empieza a desvanecerse el positivo impacto del Abenomics.