El dólar está a punto de dispararse nuevamente en la Argentina. Y esta vez, la escapada será muy violenta. Sigan leyendo hasta el final, porque el dólar quiere romper la cuarentena.
El mercado oficial del dólar no es el relevante. Su precio no es referencia (sólo se pueden comprar U$S 200 por mes y con un impuesto del 30%). Las cotizaciones que debemos observar son las que el gobierno no puede controlar: dólar MEP y Contado con Liquidación.
Es aquí donde veremos una disparada total del dólar: en breve estará por encima de los $100 (y más también).
Intentarán echarle la culpa al Coronavirus, pero no hay que confundirse. El virus sólo ha empeorado la crisis en la que ya estábamos sumergidos. Argentina es un paciente que ya estaba conectado al respirador artificial antes de la irrupción del virus.
Acá cada uno de los tres motivos que harán que se dispare el dólar:
#1. La emisión monetaria es y será feroz
En marzo se encendió la máquina de imprimir dinero como pocas veces en la historia, y la base monetaria aumentó un 33% (cerca de $600.000 millones). Si tomamos los primeros días de abril, ese aumento acumulado ya supera el 40%.
Al gobierno no le va a quedar otra más que seguir imprimiendo porque: (a) el país está en default y (b) la recaudación está cayendo en picada.
En cuanto al primer punto sobre el país en default; podemos decir que a los genios del marketing se les ocurrió inventar la palabra “reperfilamiento”, que el gobierno de Macri usó para enmascarar el comienzo de un nuevo default. Me hace acordar a Darín en “Nueve Reinas” cuando en lugar de decir que había estafado a su socio decía que había hecho un “ajuste unilateral de dividendos”.
La semana pasada tuvimos un gran “reperfilamiento”, al aplazarse por un año el pago de U$S 10.000 millones en bonos bajo legislación argentina. Esto es default.
El problema de estar en default es que las probabilidades de obtener financiamiento se vuelven virtualmente nulas y la única solución es imprimir papelitos.
Y en segundo lugar, la recaudación está cayendo en picada. La recaudación impositiva de marzo creció un 35,3%, (unos 15 puntos porcentuales por debajo de la inflación).
Con el país totalmente paralizado, es muy probable que en los próximos meses siga cayendo.
Con dos motivos anteriormente expuestos, debemos estar preparados para ver una explosión de la cantidad pesos argentinos que emitirá el BCRA.
Adicional, se agrega un condimento extra: nadie quiere pesos y se los van a tratar de sacar de encima rápidamente (técnicamente se dice que cae la demanda de pesos)
#2. Menor oferta de bienes disponibles
A la emisión se le suma una caída en la oferta de bienes y servicios por la interrupción de la actividad económica. Si las fábricas no producen, la oferta cae.
Si se endurecen los controles de precios, iremos sin escalas al desabastecimiento. Da la impresión de que los controles de precios de los intendentes del conurbano y los controles de la AFIP (que cerró un supermercado porque había un pollo al lado de una torta) van a conseguir que efectivamente queden vacíos los estantes.
#3. Bajas tasas de interés
El BCRA liberó $350.000 millones en encajes y Leliqs. En consecuencia, los bancos pagan menos por depósitos a plazo fijo. El Banco Nación paga 20% anual por sucursal y 24% por canal electrónico (pobre Sergio Palazzo del Sindicato de Bancarios).
Hay una enorme cantidad de pesos “atrapados” en el sistema financiero. ¿Por qué atrapados? Porque a) los canales blancos para ir al Dólar (MEP y Contado con Liquidación) no son tan sencillos de implementar para la mayoría de los individuos y b) para las instituciones, el dólar MEP y CCL no tienen volumen suficiente.
Aquí abajo podemos ver la evolución de las tasas para depósitos en pesos:
Con una tasa de inflación esperada que (con muchísima suerte) esté en 40%, tenemos una tasa de interés real negativa del 11%. Si la inflación termina siendo del 50%, la tasa de interés real negativa será del 17%.
El objetivo del gobierno es que con tasas de interés reales negativas, las instituciones se vean forzadas a gastar. Pero la tentación de correr al dólar, antes de que lo hagan los demás, se volverá cada vez más irresistible.
Conclusión
El dólar MEP y el dólar Contado con Liquidación comenzaron a subir en las últimas dos semanas. Subieron casi $10 y el miércoles pasado el CCL llegó a $94,7.
Con esta señal, el dólar blue debería seguirlos en breve. Muy probablemente cuando se normalice la actividad económica.
Están todos los ingredientes para ver una nueva corrida. La historia se repetirá una vez más. Los únicos que parecen no aprender la lección, son los políticos.