Están todos los ingredientes para una nueva disparada del dólar y la inflación en Argentina. El dólar puede ser en lo inmediato; la inflación será en la segunda mitad del año.
El gasto público creció de manera exponencial estos meses, aumentando el déficit y la necesidad de financiar todo ese rojo de alguna manera.
Los mercados de capitales están cerrados, y la recaudación está cayendo en picada por la cuarentena obligatoria. Entonces, la única alternativa posible es la emisión monetaria.
Pero hay un problema y voy a ponerlo en términos bien sencillos.
Por regulación de su propia Carta Orgánica, el Banco Central no puede imprimir pesos de manera ilimitada para financiar el gasto del Gobierno Nacional.
El instrumento más utilizado para prestarle dinero al Gobierno Nacional, es el de los llamados Adelantos Transitorios que tiene límites bien definidos, pero que no alcanza para financiar el enorme gasto que hay que afrontar.
Para aumentar ese límite sería necesario sancionar una ley que modifique la Carta Orgánica del BCRA. Este camino sería difícil de transitar hoy por hoy.
Pero en el Gobierno encontraron una manera para hacer que el Banco Central pueda imprimir mucho más, sin pasar por el Congreso. El truco es así:
El Banco Central, como cualquier banco, realiza operaciones y puede generar ganancias. Y todos los años tiene que presentar su balance. Entonces,¿qué tal si hacemos algún truco contable para inflar esas ganancias y dárselas al gobierno como indica el artículo 38 de su Carta Orgánica?
Precisamente, esta semana se aprobó el Balance del año 2019 del BCRA.
¿Y qué hicieron las autoridades del central? Inflaron el balance con un truco contable para mostrar ganancias por 1,6 billones de pesos.
¿Cómo lo hicieron? Cambiaron la metodología de valuación de títulos que tienen en su activo. Títulos súper ilíquidos y que valen poco más que papel pintado.
En pocas palabras, antes se valuaba a esos títulos según su valor de mercado y ahora según su valor nominal.
Esto permitió que el Balance del Central pasara de 0,58 billones de pesos en ganancias en 2018, a los 1,6 billones en 2019.
Este “pequeño” cambio posibilita que ahora el BCRA pueda emitir los pesos necesarios para financiar el gasto de la cuarentena obligatoria.
¿Y qué significa todo esto? Que van a inundar la economía argentina con pesos.
Lo “curioso” es que este cambio en la valuación de activos fue implementado en la última semana de 2019, lo que permitió que el Patrimonio Neto del Central pase de ser negativo a ser de 1,9 billones de pesos. Ya tenían pensado utilizar la “maquinita” de imprimir antes de la urgencia del virus. Lo que sucedió ahora fue la aprobación del balance por parte del Directorio del Central.
Esto se va a sumar a la ya fenomenal emisión que existe. Atención a este gráfico gentileza de Christian Buteler:
Lo que se mide en el eje vertical es la Base Monetaria + LELIQs + Pases. El 2020 será recordado como el año en que se terminó de enterrar al peso argentino.
Y como si esto fuera poco, también esta semana se conocieron nuevas restricciones a la compra de dólares.
Por un lado, quienes compren dólares de manera oficial no podrán comprar dólar MEP o Contado con Liquidación por tres meses.
Pero además, se limitó aún más el acceso al mercado de cambios para las empresas que necesitan importar: deberán usar los dólares que ya tengan para el pago de importaciones y, si quieren utilizar el mercado de cambios, necesitarán de la autorización expresa del BCRA. ¿Qué implica esto? Que muchas empresas tendrán que comprar dólares en el Contado con Liquidación para importar y esto va a encarecer el costo de los insumos y los productos finales.
Esto se da en un contexto en el que ya tenemos un cepo brutal, mucho más duro que aquel del segundo mandato de Cristina.
En conclusión, para el futuro inmediato tenemos: más pesos en la calle y más restricciones para comprar dólares.
Es esperable ver mayor presión sobre el dólar blue.
Sin embargo, el desencadenante final de una nueva y enorme devaluación del peso será la salida de la cuarentena.
Por ahora, el gobierno puede contener la situación, emitir y bajar la tasa de interés, porque la actividad económica está paralizada por la cuarentena.
Pero, cuando la economía se ponga en marcha la presión va a aumentar, ya que el Banco Central se verá forzado a quitar pesos de circulación con algún mecanismo de absorción. ¿Estará dispuesto a esto?
Este es un argumento diferente al sanitario que empuja la idea de“estirar” la cuarentena lo máximo posible, para dilatar otros problemas que lucen muy difíciles de evitar.